domingo, 28 de mayo de 2023

Antonio Gala: ha muerto. Pimero poeta. Después: dramaturgo, articulista, novelista... Memoria poética.






Memoria poética.

Antonio Gala ha muerto. 

Hoy reuno todo lo relacionado con Antonio Gala  y lo uno y pongo aquí como mi personal homenaje a un hombre que fue primero que todo poeta, después dramaturgo, articulista, novelista... 





Al principio de los años ochenta, a través de una carta hablándole de un artículo suyo y que él tuvo la deferencia de contestarme, entablamos Antonio Gala  y yo un principio de amistad por correspondencia que. y aunque poco tiempo más tarde nos conocimos personalmente, se mantuvo hasta el final. 




El 5 de julio de 2011 nos dejó escrito Antonio Gala en su Tronera del periódico El Mundo: "La enfermedad nunca es una forma de tristeza ni una metáfora ni una melancolía: es un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez. Hasta ahora fui sometido a toda clase de salvamentos quirúrgicos. Nadie me consideró más interesante por eso, pero su éxito me salvó. Hasta ahora. Ahora padezco un cáncer de difícil extirpación. Y estoy sometido, para tratar de librarme, a un largo puteo, que es igual que una guerra de la que soy el campo de batalla. ¿Con un doble aliado: la quimioterapia y la radioterapia? Espero que conmigo sean más beneficiosas que el cáncer: matar es el fin de los tres."

Antonio trató, con todas sus fuerzas, de defraudar a la muerte una vez más: la última –nos dijo–  Y lo hizo pues de esa maldita enfermedad llamada cancer salió curado y a pesar de contarnos que estaba muy mal y despedirse de nosotros como la última vez que nos veríamos en público, Antonio siguió mostrándose en público cuando lo consideró conveniente y todo, a pesar de haber dejado de escribir, a pesar de vivir sin ganas, sin ilusiones, cansado del mundo y del hombre que hacía este  mundo en el que vivimos un autentico infierno para el hombre. A pesar de todo siguió luchando con todas sus fuerzas contra la muerte. Quería seguir vivo!

Pero esta vez no pudo ser. Antonio solía decir que quería morir vivo y que ese sería su epitafio: Murió vivo. También nos dejó escrito que: "Morir de vida es un buen final." Y sí que lo es por más que nos resulte dolorosa la pérdida física, su desaparición. Antonio hizo siempre lo que quiso hacer dentro de lo que pudo. Y fue poeta porque llevaba dentro la Poesía.
Ya no  será ese su epitafio,  prefiere descansar en el antigua convento del Corpus Cristi, en Córdoba, donde se encuentra la sede de su Fundación, el gran sueño de Antonio:
"El lema de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores es ese verso del “Cantar de los cantares”: “Pone me ut signaculum super cor tuum”, “Ponme como un sello sobre tu corazón”. Esa es la idea que preside la actividad diaria en la Fundación Antonio Gala: que el paso por esta casa impregne de tal forma el carácter de los jóvenes creadores que ellos mismos se reconozcan unos a otros en el futuro,"
Pero Antonio Gala,  vivo ha de seguir  en toda su obra y especialmente en su poesía.





Cuando en 1959 obtuvo el accésit del Premio Adonais de poesía por Enemigo íntimo, sintió una gran alegría y, al tiempo, una gran tristeza. Siempre se ha dicho que el accésit suele ser el ganador, pero también que esta distinción suele ser un accesinato.(Antonio tuvo la gran suerte de ser accésit con un gran libro pero tuvo la mala suerte de que Francisco Brines presentó otro gran libro que ganó el Adonais) Así lo sintió Antonio y aunque jamás dejó de escribir poesía, buscó otros caminos donde poder expresar todo aquel lirismo que le acompañaba.
     
             I (Fragmento)
  A veces nos miramos
y comprendemos que no hay nada como
contemplar unos ojos.
Que no hay vértigo ni
estupor semejante
a unos ojos humanos, que nos miran
y no sabemos cómo nos ven o
si es que nos ven siquiera
De Enemigo íntimo

Eligió el teatro y con su comedia Los verdes campos del Edén comenzó una larga y ascendente carrera como dramaturgo, con obras como Anillos para una dama, Los buenos días perdidos, Petra regalada… Fue reconocido (más por el público y no tanto por la crítica que veía en sus obras demasiado lirismo), como un gran dramaturgo.

Más adelante vendrían los artículos, los ensayos, guiones para televisión, algunos poemarios como  Valverde 20, La deshora, poemas como Queronea o Sonetos de la Zubia, Testamento andaluz. Todo esto y también su dedicación a la novela. El manuscrito carmesí (que fue Premio Planeta) fue la primera, luego llegarían, entre otras, La pasión turca, Más allá del jardín El dueño de la herida, El pedestal de las estatuas y Los papeles de agua, obra esta última entre el ensayo y la ficción.

En la Fundación con Antonio que accedió a leer tres sonetos.

Pero para mi, Antonio Gala será siempre un poeta de luz, un auténtico defensor de la dignidad de los escritores, articulistas, dramaturgos, poetas… y una persona generosa. Él que tenía fama (al menos eso se oía en el "corre-ve-y-dile" de los círculos literarios) de ofrecer poco, de ser muy austero, de ser, como dice el acervo popular "de la virgen del puño", no sólo fue generoso conmigo. Lo fue, como decía antes, defendiendo a los escritores de esos personajes que él llamaba "Cultureros", haciendo que, a los autores, se les pagara adecuadamente por su trabajo. Nadie debe olvidarlo y aquellos que no lo sepan, puesto que ya lo saben, deben de guardarlo en la memoria para siempre.




Cuando en 1993 aceptó mi invitación para venir y leer sus poemas en las Tertulias de Autor de Helicón, Antonio fue de lo más generoso. Desde que nos conocimos epistolarmente al principio de los años ochenta, lo fue porque siempre tuve respuesta de él, generoso porque junto con Claudio Rodríguez y José Hierro, fue de los primeros en animarme, no solo a seguir escribiendo sino a publicar aunque yo siempre respondiese lo mismo a los tres: ¿Para qué voy a publicar yo si lo que digo ya lo habéis dicho vosotros y mucho mejor? 
Antonio y yo nos conocimos (ya lo he dicho al principio) por aquellos años ochenta porque yo le escribí hablándole sobre un artículo suyo en El País y, desde entonces hasta el final, continuó la relación epistolar y una buena amistad.

Pero volviendo a la generosidad de Antonio gala creo que con esta anécdota que os dejo aquí comprobareis que nunca se termina de conocer a la persona y los juicios, a veces, no se corresponden con la realidad y menos en este país donde la envidia es el gran pecado.


Antonio, 1 de Octubre de 1993

Recuerdo que acabada la lectura poética que nos ofreció en octubre de 1993 en Tertulias de Autor de Helicón, como poeta invitado, yo le di un regalo, mínimo pero en consonancia con la escasez de nuestros recursos en Helicón. El regalo era un cheque, casi simbólico por la escasa cantidad que suponía (ni más ni menos que como a todos los poetas que eran invitados y aceptaban acudir), se lo ofrecí con mi agradecimiento por querer venir sabiendo que estaba a años luz de la cantidad que él solía cobrar. 



Pues bien este hombre, tachado, entre otras muchas cosas, como tacaño, miró el cheque, sonrió y me dijo: ¿Sabes que un culturero de tu pueblo (se refereía a Sanse) me ha ofrecido una muy buena cifra si aceptaba  venir y yo le he pedido el doble para no hacerlo? (Esta palabra, culturero, inventada   por Antonio, surgió en un artículo publicado en el suplemento dominical de El País. (lamento no disponer de la fecha), era la unión de las primeras letras de la palabra cultura y las finales de sepulturero.) Toma –me dijo devolviéndome el cheque– con este ya tienes para hacer otra Tertulia en tu Helicón. Y resultó un  hermosísimo regalo que yo nunca olvidaré porque fue un regalo de afecto y de amistad.

Antonio Gala aplaudido por Manuel López Azorín y más de seiscientas personas en  la lectura que nos ofreció en Tertulias de Autor de Helicón el 1 de  octubre de 1993


 Dos sonetos que escribí dedicados a él, uno tras aquella "Tertulia de Autor" que me, nos, regaló, leyendo mucha de su poesía inédita y otro tras la publicación de su libro Poemas de amor. en 1997 o 98.

    SONETOS DE LA LUZ  Y EL AGUA DE LA VIDA

                                                                           

                         Lo que tenía que perder ya lo he perdido

                                     lo que esperé ganar ya no lo espero

                                                          -Antonio Gala-

I

En córdoba la luz se volvió canto

y tuvo un nuevo arcángel junto al río.

Allí un Ángel Custodio - Antonio crío-

vivió la adolescencia entre su manto.

Después se hizo Madrid ciudad de espanto

y de descubrimiento y de albedrío,

y fue lugar de luz y cielo umbrío

repleto de sucesos y quebranto.

Más tarde el mundo entero se achicaba,

sin el ángel viajero que es Tobías,

y todo fue un pañuelo con encajes.

La vida, el corazón... nada enjugaba

del poeta, dolores, alegrías...

ni el pañuelo de amor de tantos viajes.

II

Si córdoba le dio vida al poeta,

Granada le dio el agua de la vida

y luego le dejó la sed herida

y el agua convertida en cruel saeta.

La Zubia supo a llanto, anduvo inquieta

buscando la razón de tanta herida

y al no hallarle razón dio por perdida

el agua de la vida y su tarjeta.

Bebió otras aguas sí, siguió bebiendo

-para apagar la sed que tanto hería -

a tragos cortos, largos, sin sentido...

bebió otras aguas sí, siguió viviendo

y luego en lo más íntimo vivía,

con metros o sin ellos, lo bebido.


Antonio Gala, como he dicho, fue reconocido entre otros, además del accésit del Premio Adonais de poesía (el premio Adonais aquel año se lo llevó un magnifico libro titulado Las brasas, cuyo autor era Francisco Brines. A veces sucede que hay dos libros que merecen premio, pero solo uno puede ser premiado)  

Poco después y ya como dramaturgo, Antonio recibió el Premio Nacional Calderón de la Barca y Premio Ciudad de Barcelona por Los verdes campos del edén, Premio Mayte de Teatro por Los buenos días perdidos , También el Premio César González Ruano de periodismo por Los ojos de Troylo, Premio del Espectador y de la Crítica , Premio Andalucía de las Letras en 1989, Premio León Felipe a los valores cívicos y Premio Quijote de Oro 2011. Un Premio que anualmente concedía la ACE al autor y su obra.


Además fue Doctor Honoris Causa por la Universidad de Córdoba. Libro de Oro de los Libreros Españoles en 1984. Medalla de Castilla-La Mancha e Hijo Predilecto de Andalucía. 

En 2016 fue nombrado Autor del año a instancias del Centro Andaluz de las Letras y con la colaboración de la Junta de Andalucía. Para esta ocasión  la Junta de Andalucía publicó  una antología  de la obra de Antonio que el poeta José Infante se encargó de hacer la selección de textos y poemas y también del las palabras preliminares. La antología  llevó el título del lema que puso Antonio para su Fundación: "Ponme una señal en el corazón" (libro que José Infante me envió en cuanto se publicó y que yo agradecí), pero, como dice José Infante al final de su preliminar: bien podía haberse titulado "Guadalquivir mi corazón se llama" que es el último verso del poema que cierra su libro Testamento andaluz y que es, no solo este poema sino todo el libro un gran homenaje de amor a Andalucía.
"Cuando ya iba a morir volvió la cara.
Vio el rosa de la sal, los anchos cielos,
el temblor del trasmallo, las aves migratorias.
Vio el jazmín, la pineda,
trigos, olivos, cantes destrenzados- 
Vio la belleza que no atardece nunca...

Se vio a sí mismo: pródigo
pacífico y sapiente,
y enriqueció la tierra con su huella.
Nunca tuvo más fin ni más principio...
Al despedirse de la Andalucía,
sintió el sabor salado de la muerte...
Guadalquivir mi corazón se llama."





La rapidez, viveza y maestría en el lenguaje para contestar, definir, enclavar la frase en el momento preciso de la conversación hizo que fuera admirado por muchos  ( Francisco Nieva, en relación a esto escribía en La Razón el 7 de enero de 2013:" Su brillantez social era incomparable, tal que si hubiera paseado muchas veces, en amena conversación, por los jardines colgantes de Babilonia. Esto me dejaba estupefacto. Y no solo a mí. Parecía que continuamente estuviera haciendo un papel." 

Pero, no. Era condición suya, inalterable y natural.)



Igualmente fue envidiado por aquellos que trataban de denostarle. La envidia y el rencor siempre han sido malas, especialmente para los que se alimentan de ella. Nunca sabrán, lo dijo Antonio, que "el fin más alto es el silencio," porque: "Un destino no se elige: se cumple." Antonio ha cumplido el suyo  y ya es un muerto que ha vivido vivo. Un hombre que vivió el sueño y soñó la vida apasionadamente. Una persona que lloró sin miedo porque era valiente. Dotado de una fina ironía, sus memorias, Ahora hablaré de mí, son entretenidas y están escritas con mucho y fino humor. Y la recopilación que hizo en su última publicación Quintaesencia (Colección: Autores españoles contemporáneos, 2012) una  lectura más que recomendable.


Pero aun sobresaliendo en tantos géneros como ha destacado, Antonio Gala es poeta, el articulista, ensayista, novelista y dramaturgo, acompañado de sus perros y luego de su bastón, bastón que a principios de los años setenta, tras una grave enfermedad que le tuvo al borde de la muerte, comenzó a utilizar durante su convalecencia y fue ya su complemento más característico le acompañó ya siempre. 



Su infancia la pasó en Córdoba y allí escribió sus primeras obras, dando los catorce años una conferencia en el Círculo de la Amistad. Lector precoz de Rilke, San Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Garcilaso…inició estudios de Derecho, a los 15 años, en la Universidad de Sevilla y, como alumno libre, estudió también Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Madrid. En todas ellas obtuvo la Licenciatura. Acabados sus estudios universitarios, preparó oposiciones al Cuerpo de Abogados del Estado. Abandonó, en un gesto que él recuerda como de rebeldía, ante las presiones de su padre e ingresó después en los Cartujos. La rígida disciplina monástica no estaba hecha para él, y, como cuenta en su autobiografía, Ahora hablaré de mí, fue expulsado de la orden.

 


Antonio Gala, digo, es poeta, y por ello desde la publicación de Enemigo íntimo, en1959, aun dedicándose al género que se dedicase, no dejó de escribir poesía. Publicó poca, eso sí, porque según contaba, su poesía era de un intimismo tal que mostrarla suponía striptease y él no estaba por ello, de momento; pero aun así nos fue dejando 11 sonetos de La Zubia en1981(publicados en ABC), 27 sonetos de La Zubia en  1987, Poemas cordobeses en 1994, Testamento andaluz (un hermoso librito editado por CajaSur, que me envió cuando se publicó en 1994), hasta que, finalmente se decidió a reunir su poesía (toda excepto aquella que venía escribiendo sobre el ángel Tobías), en un libro que se titularía Poemas de amor, publicado en abril de 1997.


Le costó trabajo decidirse a publicar su poesía, por más que le insistíamos siempre se negaba, pero cuando la publicó...   Nunca, que yo sepa, se han vendido más libros,  más de un millón de ejemplares, en la historia de un poeta en tan breve tiempo. 



Es más, su libro Enemigo íntimo que publicó Adonais en 1960 con motivo del accesit que le concedieron en 1959,  volvió a reeditarse en 1991 en Ediciones La Palma 

y a finales del 2012 lo reedito de nuevo Pablo Méndez en su editorial, Vitruvio, y se convirtió en uno de los libros más vendidos.

De Poemas de amor dijo Pere Gimferrer, de la Real Academia Española, en el prólogo: "Entre las violetas fui herido» dice un verso de Góngora que todos los poetas debiéramos saber recordar. Tal es, en todo tiempo y lugar, la condición del amante, la del enamorado: no sabría yo hallar mejor o más adecuado epígrafe para el libro que el lector tiene en las manos, a cuya edición he atendido, y al que estas líneas se proponen dar entrada, a modo de atrio o zaguán."



En diciembre 1997 Víctor Mariñas cantó diez sonetos de amor de Antonio Gala (libro con CD). En su introducción nos dice: "Este pequeño libro, una joya nacida de la fusión entre música y poesía, contiene un compact disc con la interpretación musical de 10 sonetos de amor de Antonio Gala realizada por Víctor Mariñas, entonces un joven cantautor extremeño.
Victor Mariñas

Además de una exquisita presentación de los diez sonetos y de textos de Antonio Gala y Pere Gimferrer, el Disco-libro incluye los comentarios de Ana Belén, Rosa León, Pablo Guerrero, Luis Eduardo Aute, Carlos Cano y José Infante." Una cuidada edición, con abundantes fotografías e ilustraciones, que es un canto al talento, la poesía y el amor.




El poema de Tobías desangelado, publicado en noviembre de 2005, una historia apasionada de los viajes del ángel y Tobías, personificado en el autor, es un  libro donde los poemas, se presentan agrupados en cinco estaciones del amor: el enamoramiento o "Ministerio del aire"; la fascinación o "Los viajes con el ángel"; la añoranza o "El recuerdo del ángel"; la convivencia o "La vida con el ángel"; y la soledad de "El final".





En 2002 inició sus actividades la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores. 

Y qué mayor generosidad que ejercer de mecenas creando la Fundación (qué orgulloso estaba Antonio de este primero proyecto y luego esta obra ya consolidada y que posiblemente pronto se expanda a Portugal y luego quién sabe si no a más países ) para creadores jóvenes, dedicada a apoyar y becar la labor de artistas en todas las disciplinas a la manera de las antiguas escuelas griegas. En la Fundación se unen la Literatura, la Poesía, la Música, la Pintura, la Escultura… todas ellas nutriéndose en un intercambio de vida y de conocimiento a la manera de las antiguas escuelas griegas..


Sobre la Fundación Antonio Gala escribió: "En el Convento del Corpus Christi, construido y crecido biológicamente en Córdoba, en el siglo XVII, donde durante siglos se levantó la reflexión y el amor más espiritual, se instalarán las ansias, los deseos, los proyectos, el temblor y la luz de jóvenes creadores que llevarán después, vayan adonde vayan, el fértil recuerdo de su estancia. De ahí que el lema de la casa sea un versículo del Cantar de los Cantares: Pone me ut signaculum super cor tuum
(Ponme como un sello sobre tu corazón)."


"Y así, cuando el éxito, o la mejor plenitud, los embarguen, podrán reconocerse unos a otros. Porque en el mismo lugar se sedimentó y floreció su arte, se produjo y alumbró su solidaridad, se codeó con otros su inspiración, y los invadió la hermosura de la misma ciudad y las caricias exteriores e interiores de un clima semejante. Con todo el fervor de mi corazón así anhelo que sea. Entre otras razones, porque no conozco mejor inmortalidad que la de ser recordado, con afecto y respeto, por quienes nos sucedan."

En  la dirección de la página web de la Fundacion Antonio Gala  si queréis podéis leer estas palabras y obtener información de todas sus actividades: Fundación Antonio Gala


El miércoles 23 de noviembre de 2016 a las 19,00 horas en la
Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores
C/ Ambrosio Morales nº 20   Córdoba se hizo la presentación de la antología poética  Sonetos y otros poemas (antología de la  que yo escribí el prólogo e hice la selección de poemas. La portada, más abajo, es un magnifico dibujo realizado a grafito de mi hija, licenciada en Bellas Artes, que era la autora de las portadas de la colección de poesía) y que Antonio me autorizo a publicar en la colección de poesía, que por entonces dirigía, en Eirene Editorial.

Este es un el texto que escribí explicando la razón de esta antología, que no era otra que la de reivindicar como poeta a Antonio Gala y que leí aquella tarde en la Fundación mientras Antonio (que para mi sorpresa acudió y terminó leyendo tres sonetos y diciéndonos que estaba malísimo), escuchaba atentamente. La poesía a veces salva y Antonio, que comenzó leyendo con un hilo de voz, tras el primer soneto, su cuerpo encorvado se alzó y se alzó su voz leyendo el segundo soneto más fuerte y con más ganas, en la lectura del tercer soneto Antonio estaba tan erguido y leía con tanto ahínco, que su médico, que le acompañaba aquella tarde, me dijo: "es impresionante, pero si esta mañana estaba malísimo". a lo que yo le respondí: "Es que la poesía salva."
Antonio terminó de leernos el tercer soneto, tuvo la deferencia de leer aquel soneto que me regaló manuscrito en junio de 1993 y que yo conservaba como un gran regalo. le pregunté: Antonio, te veo muy animado ¿Quieres leer algún poema más? Y Antonio Gala, en aquel momento, regresó a  la mañana que me comentó su médico y nos dijo: "No, estoy malísimo, me estoy muriendo". Le acompañé hasta el sillón donde estuvo sentado durante la presentación que hice de su libro y la lectura de sus poemas de cinco alumnos de aquella promoción de 2016 de la Fundación y me dirigí al micrófono para cerrar el acto agradeciéndole que se hubiera presentado aquella fría tarde de noviembre. 


Enlace del diario Cordópolis sobre la presentación
Imagen de la noticia para manuel lopez azorin de Cordópolis La poesía de Gala, revisitada Cordópolis-23 nov. 2016

      Antonio Gala: primero que todo, poeta
Antonio Gala tuvo un día un sueño y este sueño, según palabras suyas fue el de crear esta Fundación: “Una especie de comunidad pitagórica en que, creadores de diversos orígenes, produjeran entre sí una especie de fecundación cruzada que los hiciese crecer recíprocamente y adentrarse en el entusiasmo donde la creación reside.”
Bien, pues esa idea no sólo se ha hecho realidad, sino que se ha ido expandiendo, ramificando y a propósito de ello Ben Clark, un poeta que fue alumno de esta fundación nos dice: “Y este es el gran logro: se ha creado una red inmensa pero a la vez muy particular, una red que, acaso, sólo pueda “pensar” Antonio Gala (diría que sólo él es capaz) pero que existe, la piense alguien o no, y que, como un árbol, extiende sus ramas y sus raíces por todo el mundo, ya, creando un vínculo entre personas que no se conocen, que quizá nunca lleguen a conocerse, pero que se saben conectados a través de las horas, los días, las semanas y los meses vividos  en un espacio soñado”¿Qué se puede decir más sobre este sueño de Antonio? 


Gema L.M. Azorín (iqda).Pintora, autora del dibujo  a grafito de la portada
 de Sinetos y otros poemas y Lary León (Dcha) periodista que
forma parte de la Fundación Antena 3 y directora del Canal TV FAN3
Eirene Editorial, también soñó un proyecto  con una línea de

valores  encuadrada en la bondad machadiana, la luz, el amor, la 

compasión (en el sentido griego de simpatía, de tratar con 

emociones), en la esperanza vital y también el compromiso social.  



Manuel López Azorín y Antonio Gala en la presentación de Sonetos y otros poemas en la Fundación
que lleva su nombre  en noviembre de 2016..



un día fue un sueño y también se hizo realidad. 

con la incorporación de Sonetos y otros poemas de Antonio Gala. 

En  enero de 2015 inicié el proceso de selección de este libro con el único propósito de reivindicar la poesía de Antonio Gala. En junio de ese año le envié a Antonio  la selección indicándole la razón que me movía a ordenar este libro,  pidiéndole que la leyera y me autorizase, si lo consideraba apropiado,  a  publicarlo.


Tardó, Antonio, siete largos meses en responder a mi petición. Entretanto, en diciembre fue nombrado autor del año por el CAL con la colaboración de la Junta de Andalucia para llevar a cabo durante 2016 un extenso e intenso programa de actividades en torno a la figura y la obra de Antonio Gala.

Debo confesar mi enorme alegría cuando supe la noticia, pero al mismo tiempo debo confesar también que sentí un cierto miedo, aun con la esperanza siempre de un final feliz, porque dado este nombramiento quizá Antonio ya no me autorizaría a publicar  este libro. No fue así. En enero de este año, recibí una nota en la que además de felicitarme el año, me decía: “perdona la prórroga poética, culpable: mi salud” y en aquel momento sentí que este libro se publicaría. Poco tiempo después, tras la autorización de Antonio, comenzamos a preparar su salida. Y yo fui feliz por la buena nueva de hacer mi reivindicación de Antonio Gala poeta con este volumen titulado Sonetos y otros poemas

De izda a dcha: Rafa Mora, Moncho Otero, Francisco Caro, Manuel López Azorín, Carmina Casala y Sesi García.. Todos reivindicando la poesía de Antonio Gala en la presentación que se hizo en La Casa del Libro el 9 /9/2016 (c/ Fuencarral, Madrid)

Ustedes se preguntarán: ¿reivindicar la poesía de Antonio Gala, por qué?  Pues porque es un poeta que a pesar de ser el autor más vendido , no ya en otros géneros que también, sino como poeta, yo sentía  que Antonio  andaba relegado como tal, no ya sólo por falta de reconocimientos oficiales sino entre parte del propio mundo poético, me causa tristeza decirlo pero es así, parte del mundo poético que no parecía reconocer que Antonio Gala, poeta, nos había ofrecido con su poesía no sólo una maestría formal, tanto en lo clásico, en lo tradicional, como en el llamado verso blanco, los mejores ecos de todas las fuentes de las que había bebido ( ecos de Garcilaso, de San Juan de la Cruz, de Lope, Rilke, Juan Ramón, Machado, Cernuda, Hierro…y  de sus primaras aguas poéticas, sus primeras referencias, que fueron las del Cántico de Pablo García Baena y Ricardo Molina)

De izda a dcha: Rafael Soler, Carmina Casala, J. AÁlvaro Gómez, Manuel Rico, Manuel López Azorin, Rafa Mora, Moncho Otero, Juanlu Mora y Sesi García. Mª Consuelo Altable e Isabel Delgado  Todos reivindicando la poesía de Antonio Gala en la presentación  que se hizo en la Librería LÉ el 7 /10/2016 (Madrid)
Aguas todas ( y muchas más que bebió desde su infancia) que le sirvieron para encontrar su propia voz, para ofrecernos una voz íntima y personal plena de lirismo, de belleza y de musical cadencia, perfectamente acompañada de una enorme carga emocional, que es , a mi juicio, lo que necesita todo poema para convertirse , sin artificios, en una poesía verdadera, porque nace de la verdad, del pensamiento y del sentimiento, y muestra,  ya en la plenitud del amor, ya en el desgarro doloroso del amor , la más íntima y verdadera esencia del ser y de la soledad.
Y lo digo con un verso de Antonio: “porque  es la soledad el amor mismo”.

Antonio Gala  y Ana hablando mientras yo les miro  en la Fundación
durante la
presentación de Sonetos
y otros poema 23/11/ 2016 (Córdoba)

Esta era mi intención al preparar la selección de poemas para este libro que , primero que todo, quiso mostrar las sangrantes disciplinas de los sonetos de Antonio, comparables a los mejores y más grandes de los poetas del siglo de oro, pero con lenguaje del siglo XX, con el lenguaje propio de un maestro del lenguaje que a la búsqueda del conocimiento y con recursos expresivos con identidad propia, nos ha desnudado su alma en los sonetos y también en otras estrofas, en otros poemas, y siempre , como he dicho, con una carga emocional tremenda porque en sus poemas,  ya con el golpe, ya con el abrazo, consigue  tocarnos los sentidos. Antonio posee recursos expresivos con identidad propia y su obra, es la obra de un poeta que transmite vivencias irrepetibles. Y por ello queremos mostrarla. Y por ello le reivindicamos como poeta.


Leer la poesía de Antonio Gala  es penetrar en su mundo, en su vida, en su sentimiento y en su pensamiento, y hacer nuestra su voz e identificarnos con su palabra. Yo, personalmente lo he constatado en las presentaciones que hemos hecho en Madrid: el público, de todas las edades, que ha escuchado sus poemas  en la voz de otros poetas me lo ha manifestado,  y muchos jóvenes de ahora están  descubriendo al poeta Antonio Gala. Uno de ellos, entre muchos, Víctor González , que  escribe y reseña en "Libros y Literatura" ha dicho: “Gala consigue crear un respiro dentro del mal de amor con soluciones, con remedios, con recetas en forma de poema para una enfermedad o un virus del que todos nos infectamos alguna vez.” Y este muchacho no había leído nunca la poesía de Gala, con lo cual se suma a los muchísimos lectores que tiene Antonio.


Antonio Gala  lee tres de sus sonetos mientra yo sostengo su bastón, en la Fundación Antonio Gala


Antonio Gala, lo decía antes, fue nombrado Autor del Año 2016 por el Centro Andaluz de las Letras en diciembre de 2015. Un merecido reconocimiento que  vino, desde Andalucía, a mitigar algo el inexplicable olvido de los reconocimientos oficiales (Claro que todos sus galardones, que son muchos, han venido a hacerlo y a nuestro poeta pienso que eso ya no le preocupaba).
Y es que, por un lado, ese pecado capital, de obviar a quien triunfa, de no reconocer sus méritos, tan arraigado en esta España nuestra, (y no me refiero ahora a la parte oficial sino a la de la poesía),es muy común en esa parte del mundo poético que seguramente no lo ha leído y si acaso lo ha hecho no quiere valorarlo.

Y por otro, porque si el reconocimiento oficial no se ha producido ha debido de ser por el espíritu crítico de un creador que ante todo y por todo ha luchado siempre por la libertad general y por su particular libertad. Una libertad que, para no perderla, le ha llevado a ser el poeta del amor, del desamor y de la soledad, sus grandes y recurrentes temas poéticos, sus grandes temas vivenciales.
Pero Antonio, repito, cuenta con el mayor de los reconocimientos: el de los miles y miles de lectores que le siguen y le leen y le admiran.

Estaba previsto que Antonio escribiera unas palabras para esta edición; pero, al no haber sido posible, nos envió  una especial dedicatoria acompañada de su firma autógrafa para que, de este modo cada lectora o lector que acceda a este libro, sienta que Antonio se lo dedica personalmente. Su delicada salud le hizo pensar en esta fórmula  porque quería agradecer  a todas y cada una de las personas que se adentren en la lectura de este libro su fidelidad para con él. Y, como poeta, deseaba que ésta fuera una lectura en la que pudieran encontrar – como fue su deseo al escribir estos poemas – la  solidaridad del amor y la luz que lo iluminó.



Eirene  Editorial y naturalmente yo, nos sentimos orgullosos y felices  de tener en la Colección Poesía, esta esencial selección de poemas que pretendía mostrar  al Antonio Gala poeta  con su maestría formal, su plenitud de ritmo y su enorme carga emocional.
Para concluir les diré a todos: leedlo, valoradlo, sentidlo y disfrutadlo, porque  Antonio Gala es poeta, un grandísimo poeta, por encima de todo que hoy nos ha dejado, sin dejarnos porque seguirá con los lectores con su palabra en el tiempo.



Manuel López Azorín
23 de noviembre de 2016









Antonio Gala amó por encima de todo la 
"Poesía". Muchos le recordarán, le leerán. "Mis chicas y yo," como él solía decirme, también. Porque, aunque alguna que otra vez me dijo que me "detestaba", sé por confesión suya que decir , como solía hacer," te detesto", significaba que te mantenía dentro del círculo de personas estimadas por él. La estima era pues recíproca y mi admiración por él no la he ocultado nunca.

Su último libro, publicado con su autorización,, este Sonetos y otros poemas (Eirene Editorial, 2016), fue, tras realizar la selección de poemas con el propósito de    mostrar sus temáticas recurrentes
y reivindicar su poesía de amor, desamor y soledad, fue también mi homenaje personal para el poeta que siempre sintió que lo era.
Hasta siempre Antonio, hasta siempre. me despido con el último poema que te escribo y que titulo: "Nunca fue más andaluz"




NUNCA FUE  MÁS ANDALUZ
                                        Para Antonio Gala

Nunca fue más andaluz
y nunca fue más feliz
que viviendo por el sur
y sintiéndose de allí.

Allí en Córdoba la llana
su niñez tuvo la dicha,
fue en la adolescencia llama
y en la juventud la prisa.

Luego se adentró en el mundo;
pero el mundo es un pañuelo
de lágrimas, tan oscuro…
que regresaba  de nuevo

aunque luego se marchara.
Con él, siempre, Andalucía.
Su corazón la llevaba,
la llevaba, la traía…

Y ahora que está contigo
y que le alumbra tu luz
él lo dirá, y yo lo digo:
¡Nunca fue más andaluz!

Y donde quiera que viva
el poeta Antonio Gala,
se lleva consigo el sur:
Córdoba, Sevilla, Málaga…

Todo el Sur anda con él,
con él en La Baltasara
o en el viejo claustro aquel
del convento que hoy ampara

Él  soñó la
 Fundación. 
Allí se apaga la llama
del poeta Antonio Gala...
Y yo donde esté o se vaya,
estará en mi corazón.


Manuel López Azorín



El penúltimo acto que preparé para fomentar, difundir y reivindicar la poesía de Antonio Gala fue el 3 de febrero en el Centro Cultural Blas de Otero de San Sebastián de los Reyes (Madrid), con el título de Sonetos y otros poemas de Antonio Gala en la voz de poetas y cantautores. El último fue en Córdoba, en la Fundación junto a él.             


Para aquel acto tuve la suerte, como en ocasiones anteriores, de contar con poetas y cantautores amigos que pusieron su voz a los poemas de Antonio Gala (ya que él no podía acudir decidí poner a sus poemas la voz de otros poetas para difundir, fomentar y reivindicar al Antonio Gala poeta en todas las presentaciones de Sonetos y otros poemas, voz y música a cargo de Rafa Mora y Moncho Otero y también de Juanlu Mora, poetas y cantautores que pusieron música a algunos poemas de Antonio)

Poetas y cantautores que pusieron su voz a Antonio Gala poeta:


Moncho Otero, Juanlu Mora (centro) y Rafa Mora cantando a Antonio Gala






 Manuel Rico y Manuel López Azorín hablando del poeta Antonio Gala

Poetas que leyeron poemas de Antonio Gala:

Isabel delgado 







J. Álvaro Gómez





Juanlu Mora






Pascual Izquierdo






Jesús Riosalido





Carmina Casala






Moncho Otero y Rafa Mora


Francisco Caro


Rafael Soler



Moncho Otero y Rafa Mora



Soledad Serrano y Enrique Gracia Trinidad






Los cantautores; Moncho Otero, Juanlu Mora y Rafa Mora


Fotos del final del acto 




Con este versículo del Cantar de los Cantares "Ponme como un sello sobre tu corazón"  lema de la Fundación que con tanto amor, tanta ilusión y tantas ganas puso en marcha, te digo : querido Antonio, como un sello, sobre mi corazón y mi memoria, grabados quedan la generosidad, el afecto y la amistad, todo, junto a la admiración y el recuerdo indeleble del poeta que fuiste, que eres,  . Y te recuerdo con este soneto tuyo que a ti tanto te gustaba: 

Hoy vuelvo a la ciudad enamorada
donde un día los dioses me envidiaron.
Sus altas torres, que por mí brillaron,
pavesa solo son desmantelada.

De cuanto yo recuerdo, ya no hay nada:
plazas, calles, esquinas se borraron.
El mirto y el acanto me engañaron,
me engañó el corazón de la granada.

Cómo pudo callarse tan deprisa
su rumor de agua clara y fácil nido, 
su canción de árbol alto y verde brisa.

Dónde pudo perderse tanto ruido,
tanto amor, tanto encanto, tanta risa,
tanta campana como se ha perdido

Antonio Gala de: Sonetos de la Zubia

 


                                  Manuel López Azorín





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