Marta Marco Alario: Las flores y el yelmo
Marta Marco Alario (Guadalajara, 1979) Es narradora y poeta. licenciada en
Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Durante 2002 y
2003 realizó trabajos de investigación en el campo de la Literatura Oral en el
Instituto Universitario Seminario Menéndez Pidal mientras los simultaneaba con
sus estudios de Doctorado en Literatura Hispanoamericana. Desde 2004 trabaja
como profesora de Lengua Castellana y Literatura en el I.E.S. Complutense de
Alcalá de Henares, Madrid
Hasta la fecha (además de publicar en libros
colectivos, escribir un prólogo a libro de Valentin Martín: Paliques
y palomas, y de obtener sendos
premios de relato, uno en Sevilla y el otro en Castellón de la Plana), ha
publicado tres libros, uno de relatos y
dos de poesía.
Narrativa: Heredarás esparto y otros relatos
(Lastura, 2018)
Poesía: El libro de los estorninos (Aache
Ediciones, 2017) y Las flores y el yelmo
(Huerga y Fierro editores, 2019) que es el que acabo de releer.
La nota editorial de este libro nos dice: “Á.F.A. son las letras que salpican este tercer libro de Marta
Marco Alario y que responden a las iniciales de Ángela Figuera Aymerich, poeta
que ha inspirado estos versos que se reparten en dos desiguales capítulos para
representar lo que la autora entiende como el gran dimorfismo (lo que se presenta con dos formas diferente
en los vegetales y animales) femenino. “
Así pues Marta Marco Alario comienza Las
flores y el yelmo con una cita general para todo el libro: “Pero mis
versos nacen redondos como frutos / envueltos en la pulpa caliente de mi carne”.
Son versos de Ángela Figuera Aymerich,
la mujer de barro, su primer libro publicado en 1948 y que fue reconocida como una poeta de la primera generación de postguerra
dentro de la llamada poesía del desarraigo.
La poesía del desarraigo que surge en
los años cuarenta cuando algunos poetas,
en lugar de escribir poemas evasivos para eludir la realidad de aquellos años,
comenzaron a publicar , hablando de la realidad, dando testimonio de lo que
acontecía , escribiendo una poesía rehumanizada, existencial, de desarraigo ( Rafael Morales, Dámaso Alonso, José Hierro, Blas de Otero) aparece Ángela Figuera, con influjos de Machado y Juan Ramón pero con una visión del mundo marcada por su
condición de mujer feminista y rebelde, una mujer que es esposa y madre y al mismo tiempo
reivindica un cambio social y tras una etapa de poesía de desarraigo,
existencialista, pasó a escribir lo que
luego se dio en llamar poesía social y se convirtió, junto a Blas de Otero y Gabriel Celaya, en la primera
mujer que desarrollo este tipo de poesía.
Todo esto que os cuento viene a
colación con este gran homenaje que Marta Marco Alario le hace a Ángela Figuera Aymerich, y se identifica, reivindicándose al hacérselo, con los
postulados de esta poeta en este libro: Las
flores y el yelmo.
A esa primera cita general, les siguen
unas quince citas más dentro de los cuarenta y seis poemas que forman la
primera parte del libro: “Las flores” y una cita más para iniciar la segunda
parte que consta de un solo poema:”El Yelmo”
El lenguaje de Marta Marco Alario es claro, cotidiano,
existencial y solidario; intenta que su mensaje llegue a la mayoría y además de
claro, como conoce bien el lenguaje, también dentro de reivindicar su condición
de mujer: “Soy una
mujer de tiza. / Y me desgasto. / Y me rompo.” Nos dice mientras que, escribe su nombre “con
letras de sombra y agua”, y defiende su condición de madre, de persona…
y ahí está: “llena de otoño / con las uñas / los ojos / y los labios pintados,/
con boina, / bufanda, / abrigo de paño / y flor en la solapa. / Y si me pilla
el invierno / que me pille pertrechada.”
Y es lo que
hace este sujeto poético, el confesional sujeto que es Marta Marco Alario, que se nos muestra externa e internamente con
su ramo de abrazos y caricias, de flores plenas de aromas, de colores y de
intenciones que despierten conciencias y defienda la igualdad para todas las personas, por
todo el libro y protegida, al tiempo, por un quijotesco yelmo, frente a los
posibles ataques que infringen la vida y la condición humana.
Una
mujer que aparentemente parece frágil, delicada, porque es delgada y menuda y
resulta que es de una gran fortaleza,
una mujer combativa. defensora de la cultura , de los valores humanos ,
defensora de la poesía y una luchadora
tenaz en pro de la mujer. Una mujer con la delicadeza de las flores,
con su dulce fragancia y su hermosura cromática pero con la fuerza de su mente protegida,
metafóricamente, con el yelmo para defender lo que siente, lo que quiere, lo
que sueña y defenderse, porque ella también, como Blas de Otero, busca, pide, la paz, con la palabra.
Una poesía la de Marta Marco Alario que nos muestra con la fragancia de sus
flores y del amor:” Tus ojos se vuelven brazos / y me cobijan / cuando
temblando de frío, / los míos se empapan de lágrimas” y nos conmueve y nos emociona y antes de ofrecernos el último poema, ese del
yelmo que comienza diciendo: “Soy una mujer de tiza. / Brizna de polvo / que
flota y a veces relumbra” para concluir, como escribí al principio: “Soy una
mujer de tiza./ Y me desgasto./ Y me rompo.” Nos ofrece, digo, como “una lluvia
de oro”, como una “dama danzante”, como una orquídea de múltiples y diferentes especies, el poema “Oncidum”
: “Y aunque seas / marca de agua / que se diluye / en los márgenes / del poema,
/ brotarás / manantial,/ mujer,/ y serás / torrente / que desemboque / sin
ruido / ni furia / en los versos / redondos / del dueño del mar."
Tras este verso manriqueño y existencial y tras esta relectura de un libro que ofrece y reclama lo mismo para todos sin diferencias de ningún tipo, más que llegar a ese mar parece que nos lleva hacia el alba y… “Amanece. /// El calor golpea mis mejillas / y son mis ganas de vivir / las que florecen entre mis dientes / mientras los pájaros / sobrevuelan una mañana/ que se precipita a la alegría."
Tras este verso manriqueño y existencial y tras esta relectura de un libro que ofrece y reclama lo mismo para todos sin diferencias de ningún tipo, más que llegar a ese mar parece que nos lleva hacia el alba y… “Amanece. /// El calor golpea mis mejillas / y son mis ganas de vivir / las que florecen entre mis dientes / mientras los pájaros / sobrevuelan una mañana/ que se precipita a la alegría."
Y concluyo con esta nota que he encontré junto al libro donde
Huerga y Fierro Editores anuncia este Las flores y el yelmo porque me
parece que en ella nos muestra la autora todas sus sensaciones, todas sus
intenciones: “Las flores se construyen sobre resortes sensoriales; ojos que nos miran,
brazos que nos abrazan y manos que nos acarician, pero sin dejar de ser nunca
flores cargadas de semillas que germinarán y no necesariamente en otra flor,
porque esta femenina poesía pretende sembrar, por encima de todo, fuerza, pero
no cualquier fuerza, sino la de la psique, de ahí la necesidad del yelmo,
que será lo que proteja a la
guerrera de perder la cabeza en cualquier batalla, aunque la poeta esté hecha
de frágil tiza.”
Un libro, en fin, este de Marta Marco Alario que , como Ángela Figuera Aymerich, defiende, reivindica, su condición de mujer, de madre y , añado, de docente, en un mundo en el que la igualdad ha ganado terreno desde aquellos años cuarenta de poesía desarraigada; pero que, esa igualdad, no termina de hacerse efectiva, de ahí lo del yelmo como metafórica forma de protección y de blindaje en esta polimetría de versos blancos que parten de lo clásico y lo tradicional en sus formas pero adornados con el lenguaje del momento.
El domingo 22 de diciembre de 2019 a las 18,00 horas
en el Café Libertad8 C/ Libertad, 8 de Madrid
y dentro del X Ciclo de Versos sobre el Pentagrama
de Rafa Mora y Moncho Otero,
Estos cantautores-poetas, mis preferidos de siempre y ya son muchos años queriéndoles y admirandoles por su magnifico trabajo de creación,tanto musical como poética y de difusión de la poesía hecha canción, con un proyecto (antes, hace años, y ahora desde diez años para acá, con Versos sobre el pentagrama), pedagógico, riguroso, ameno, divertido, magnifico que fomenta la lectura y difusión de la poesía.
El 22 tendrán como poeta invitada...
a Marta Marco Alario que nos presentará su nuevo libro:
Las flores y el yelmo (Huerga y Fierro, 2019)
Un libro, en fin, este de Marta Marco Alario que , como Ángela Figuera Aymerich, defiende, reivindica, su condición de mujer, de madre y , añado, de docente, en un mundo en el que la igualdad ha ganado terreno desde aquellos años cuarenta de poesía desarraigada; pero que, esa igualdad, no termina de hacerse efectiva, de ahí lo del yelmo como metafórica forma de protección y de blindaje en esta polimetría de versos blancos que parten de lo clásico y lo tradicional en sus formas pero adornados con el lenguaje del momento.
El domingo 22 de diciembre de 2019 a las 18,00 horas
en el Café Libertad8 C/ Libertad, 8 de Madrid
y dentro del X Ciclo de Versos sobre el Pentagrama
de Rafa Mora y Moncho Otero,
Estos cantautores-poetas, mis preferidos de siempre y ya son muchos años queriéndoles y admirandoles por su magnifico trabajo de creación,tanto musical como poética y de difusión de la poesía hecha canción, con un proyecto (antes, hace años, y ahora desde diez años para acá, con Versos sobre el pentagrama), pedagógico, riguroso, ameno, divertido, magnifico que fomenta la lectura y difusión de la poesía.
El 22 tendrán como poeta invitada...
a Marta Marco Alario que nos presentará su nuevo libro:
Las flores y el yelmo (Huerga y Fierro, 2019)
Manuel López Azorín
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