Noel Alonso Ginoris, un poeta.
Noel
Alonso Ginoris: un buen poeta joven cubano.
Es el tiempo de los "influencers" y los "youtubers",
de los que escriben poesía (¿poesía?) en
las redes. Los llamados Jóvenes poetas donde algunos cada vez tienen más seguidores en las redes sociales
y anuncian edición en papel de libros que se compran masivamente pero... ¿son poetas, seudopoetas? Es más, algunos, empleemos la palabra sucedáneo como adjetivo ¿son sucedáneos de seudopoetas.?
Luis García Montero hablaba de este fenómeno desde su perspectiva de profesor de
literatura durante más de 40 años calificándolo de "muy interesante",
ya que"la poesía siempre ha estado pegada a la vida y a las
transformaciones sociales.” Pero también señalaba que "el tiempo de la
poesía es el del reconocimiento, y es un tiempo mucho más lento que el de la
mercantilización del usar y tirar"
Y esto , en mi opinión,” de usar y tirar” se está dando mucho en las redes ya que comunicar con temas acordes a los sentimientos actuales ha ido creando un nuevo movimiento, yo diría que de desconocedores de la poesía.
Y esto , en mi opinión,” de usar y tirar” se está dando mucho en las redes ya que comunicar con temas acordes a los sentimientos actuales ha ido creando un nuevo movimiento, yo diría que de desconocedores de la poesía.
Muchos (no digo todos, afortunadamente, porque en las redes
también se pueden encontrar poetas, sí, poetas jóvenes que han bebido de las
aguas que nos han precedido y han leído mucho, siguen leyendo al tiempo que
escriben y conocen la poesía y sus formas ), pero muchos, repito, suelen ser
poetas novatos, sin haber apenas leído poesía ni saber nada o muy poco de los
poetas que nos han precedido desde un
ayer muy lejano en el tiempo hasta los poetas
de los últimos cincuenta o cien años. Estos nuevos poetas saben poco de
métrica, ya clásica ya tradicional, poco de verso blanco o de verso con libertad
y se lanzan a escribir poemas de
sentimientos que expresan de modo breve y no con la emoción y el ritmo que debe tener un poema sino de manera simple, algo que en lugar de poema resulta ser un sucedáneo, quizá con las mejores intenciones, pero sucedáneo de poema. Muchos jóvenes, ahora, parecen gustar de estos intentos de versos simples, tal vez por andar acostumbrados a leer solo el titular, no ya la reseña y mucho menos lo escrito completo.(supongo que esto es producto de esta vorágine de prisas que nos marca la vida y especialmente la rapidez de las redes; pero con la poesía no se trata de rapidez ni solo de sentimientos y tampoco de simplicidad, no debe confundirse lo simple con lo sencillo, con la difícil sencillez de un poema claro al tiempo que con hondura, con emoción), algunos se
atreven a escribir incluso con métrica , a emplear la rima etc, pero no tienen
conocimiento suficiente (a veces mucha ignorancia) y pueden decir que han
escrito un soneto o una décima y si
lo lees te das cuenta de que fallan con la estrofa y por lo tanto ni es soneto ni décima.
Otros, los más, se dedican a escribir en la forma del llamado verso libre, pero
escriben un texto, que parece cortado a pedazos, breve generalmente, con demasiadas cacofonías y careciendo de
ritmo y, si acaso, con un mínimo de valor poético.
Para escribir poesía o para dedicarte a cualquier otra disciplina, es necesario aprender , un arquitecto no se dedica a hacer casas si no ha aprendido a que no se le caigan. Un albañil tampoco levantaría un muro, una pared, si no aprende primero.
Afortunadamente esta moda, que yo creo pasajera y que acabará
cuando las grandes editoriales dejen de publicar, solo por motivos de
rentabilidad, quedarán los poetas que sí lo son de verdad.
Aquí os muestro el ejemplo de uno de estos poetas jóvenes que podéis encontrar en las redes y que demuestra conocimiento , buen manejo del lenguaje, muchas lecturas y además, en sus poemas, buen ritmo y emoción.
Aquí os muestro el ejemplo de uno de estos poetas jóvenes que podéis encontrar en las redes y que demuestra conocimiento , buen manejo del lenguaje, muchas lecturas y además, en sus poemas, buen ritmo y emoción.
Noel Alonso Ginoris:
Como un monte que derrumba
Conocí a través de
las redes a un poeta joven llamado Noel Alonso Ginoris. Leí algunos poemas
de este muchacho, creo que pertenecían
al libro Diatribas y me pareció que aquellos poemas breves, pero
intensos, eran como gritos silenciosos, como sueños para abrazar la
utopía, como estallidos que quisieran
mostrar, con la presencia del agua y de la tierra, de la isla, el triste
y hondo sentido de la vida: En mi isla
hay tres equinoccios /// Dos / para que tu piel / acepte un cambio, / uno / para
la utopía./// A todos les duele / el fallecido gesto de las hojas, /
irremediable vendaval de la espera./// Tres equinoccios para forjar la
paciencia.
En aquellos dos o tres poemas que leí, andaba, como una raíz en la tierra,
en la isla. La isla como metáfora de alguien que la contempla y se
contempla a sí mismo en ella y siente la sensación de ahogarse en las aguas que
la rodean y al mismo tiempo de anclarse en ella para siempre, entablando una
lucha interna, un desmembramiento desdoblado de sí porque anhela ser proa y ser ancla: Desmiembra un brazo, / el otro
si lo necesitas. /(Córtalos desde la
raíz, no dejes huesos.) / Toma mi cabeza, / piensa. /(Necesitas
proa.) / Toma mis ojos / y las palmas de mis manos./// Desangra todo:/ haz remos, / quillas / y caminos. ///Si fueras
ancla…
Noel Alonso Ginoris, nació en
Cárdenas, Matanza, en 1995 (Cuba).
Estudió Filología Hispánica en la Universidad de La Habana. Actualmente estudia
la licenciatura en Ciencias Sociales y Humanidades en el centro de estudios
eclesiásticos Padre Félix Varela. Tiene varios estudios literarios publicados
en diversas revistas dentro y fuera de la isla.
En poesía tiene publicados De
las olas (2017) y Diatribas (2018), ambos por el sello
editorial chileno Verbo(des)nudo
De momento en su isla parece no haber publicado ninguno. Tiene inéditos varios libros: Antífona. Las causas de la humedad. Humareda. Ejercicios de respiración. Debe estar cerca la guerra y Las alimentadoras.
De momento en su isla parece no haber publicado ninguno. Tiene inéditos varios libros: Antífona. Las causas de la humedad. Humareda. Ejercicios de respiración. Debe estar cerca la guerra y Las alimentadoras.
Hace un mes me envió un libro suyo titulado Como un monte que derrumba, lo envió en Pdf.(como no leo muy
bien el el ordenador, lo mandé imprimí) y que, parece ser que va a ser publicado en La Habana a través de Kénosis Ediciones en el primer trimestre de 2020. (En la teología cristiana
la kénosis es el vaciamiento de la propia voluntad para
llegar a ser completamente receptivo a la voluntad de Dios. En esa
espiritualidad, casi mística, que nos habla de vaciamiento, desasimiento, anonadamiento del alma, ¿cabe también el despojamiento, el
desapego terrenal o el apego a la raiz?
Buscando noticias de este muchacho a
través de las redes me encuentro con este poema de Noel Alonso Ginoris que
nos habla de la familia y de la patria y con unos versos que nos dicen:”Abuelos desnudos / frente a la palabra
patrias / y el olor de las cosas perdidas” poema que pertenece a su libro
inédito Antífona.
Dejo aquí el poema completo: IV.-“Los abuelos desnudos frente a la palabra patria / cómo tallar la
consigna preterida / la esencia digna de las cosas / el enigma del enemigo. /
repito con exactos silencios / los himnos distanciados / regreso a la palma sin
la palma / regreso a la descripción de la palma del patio/ en alguna foto de
los años /// ahora pasa mi abuela y toca madera / y todos nos llevamos las
manos a la cabeza / la palma no está / aquella palma negra /// repito / el líquido de los mangos de oro / el
elixir de los agostos /// repito / claramente la primera frase de la odisea / y
mi padre abre su pecho y bota un mar ///
ay divina la teodices del vencido aquel / el paraje ancestral que separa
/ finamente / la angustia y la arena /// abuelos desnudos frente a la palabra
patria / y el olor de las cosas perdidas ///
abuelos reciclando descripciones / para llenar el espacio siniestro ///
repito / milenarias instrucciones / y se llena / la palabra casa / de sílabas
incomprensibles /// cierro la puerta / y
abro los ojos.”
Profundo poema donde el autor parece
revelarnos el hondo instante que
nos muestra la vida. Y me recuerda algo a mí la poesía de Noel Alonso Ginoris a raíces
románticas o neorrománticas
entremezcladas con un vanguardista irracionalismo cargado de
simbologías, a veces surrealistas, y con una carga social realista implícita en ese diálogo en el que los referentes,
desde la poesía clásica hasta ayer y las voces del presente, andan juntos
formando una especie de poesía de conciencia y de liberación personal
que llega a colectiva, envuelta en una
resistencia de la costumbre del presente y de la herencia del pasado. Una voz
joven y sin duda de mucho interés.
Los dos libros que ha publicado han sido bajo seudónimo (por miedo, dice, al demasiado amaranto (superalimento del yo?)
cubriendo las paredes de la casa-isla).
Es
también coeditor y traductor de la gaceta mexicana “La Experiencia de la
Libertad.” En esta gaceta
mexicana he visto publicados bajo el título de “Antífona” unos poemas de este
joven cubano.
Nos cuenta Noel Alonso Ginoris (en una entrevista de Elaine
Vilar Madruga hecha el 11 de
junio de 2019 en “Arte joven
cubano”),
que he encontrado en Facebook ), que en su caso “la poesía es autorreferencial,
aunque mi Yo es más expansivo que individual. Mi cuerpo es mi patria, donde soy
libre, y la poesía es la lengua sacra que desmaterializa todo y arma el corpus idílico
que yo deseo. Mi cuerpo es también una isla, una soledad, una amalgama de
lenguas y hombres en toda mi soledad. Pero soledad al fin. Sin fronteras y con
oleaje. Y mi cuerpo-isla tiene oquedades insondables.”
En la revista “La Libélula Vaga”, dirigida por Aleisa Ribalta Guzmán que de forma digital nos la ofrece desde Suecia,
donde reside, he leído también algunos poemas de Noel Alonso Ginoris, poemas como este titulado: “Puerta”
que pertenece a otro libro inédito suyo titulado Las causas de la humedad.
“Tengo el corazón lleno de puertas / cerradas / puertas./ Grandes ojos en el corazón/ de la puerta/ negra./ Mi corazón tiene puertas/ todas miopes torpes/ todas/ oscuras de grito/ oscuras/ puertas/ cerradas.///
Tengo un corazón/ que late / cerrado en cáncer/ corazón/ cerrado/ que late siempre/ botando al corazón/ por el cerrojo.//
Puertas /que ocultan / toda mi boca / deformada en un grito/ oscuro/ metálico / grito/ seco estoy/ seco./// Corazón que cambia / dentro de otro corazón / con muchas puertas/ y rodeado de muros.// Mis dos corazones /
mis dos muros / confundidos siempre / con / cerradas/ puertas.”
“Tengo el corazón lleno de puertas / cerradas / puertas./ Grandes ojos en el corazón/ de la puerta/ negra./ Mi corazón tiene puertas/ todas miopes torpes/ todas/ oscuras de grito/ oscuras/ puertas/ cerradas.///
Tengo un corazón/ que late / cerrado en cáncer/ corazón/ cerrado/ que late siempre/ botando al corazón/ por el cerrojo.//
Puertas /que ocultan / toda mi boca / deformada en un grito/ oscuro/ metálico / grito/ seco estoy/ seco./// Corazón que cambia / dentro de otro corazón / con muchas puertas/ y rodeado de muros.// Mis dos corazones /
mis dos muros / confundidos siempre / con / cerradas/ puertas.”
El libro que me ha enviado, Como un monte que derrumba, se abre con una cita del poeta
cubano José Martí (considerado por los cubanos como “el maestro”), que fue precursor del Modernismo en Cuba
particularmente en sus Versos libres “donde defiende el valor de la originalidad de la poesía nacida de las
entrañas” La cita, de la cual Ginoris saca el título de este libro, dice así: Mañana como un monte que derrumba./ De noche
y en sigilo su eminencia – / Como un vaso de aroma roto y hueco / caeré sobre
la tierra.
Noel Alonso
Ginoris dice temerle a los silencios y los
vacíos. Espera la lluvia, llueve. Y nos ofrece este poema que pertenece al
libro inédito Antífona:
XIII.- “llueve sobre la ciudad el
último hombre le teme a la lluvia. dónde el sonido cómo
escuchar los nombres de las cosas mientras la lluvia moldea los
límites para qué el corazón del último hombre. los sátrapas
encontraron la ecuación para digerir las tormentas el último hombre no
mueras, te amo tanto el terral rompe las
costillas. rugido. ci(s)ma. el último hombre sus autos de
exilio sus orantes retornos sus
muertes siniestras… mientras tanto
llueve sobre la ciudad”
Cita a Cesar Vallejo, aquel del
jueves y la lluvia en París, aquel del poema “Masa”… aquel que hizo al hombre,
ya cadáver, levantarse y echar a andar.
Dice también que, “Contra todo pronóstico, mi (su) poesía insiste
siempre en respirar” y es posible que recuerde estos versos de “El maestro”: Si ves un monte de
espumas, / es mi verso lo que ves:/ mi verso es un monte, y es/ un abanico de
plumas. O tal vez recuerde estos otros versos, también
de José Martí: “Yo vengo de todas partes, / y hacia todas partes voy:/ arte soy entre
las artes;/ en los montes, monte soy. Y, mientras tanto yo voy leyendo
aleatoriamente este Como un monte que se derrumba y me encuentro con estos poemas:
LXVIII.- en mi cabeza está la puerta del monte. es mi cabeza puerta cerrada. en mi cabeza/ en mi monte está la puerta cerra
da asfixiada muerta. la llave está en mi lengua man
sa-torpe. mi lengua perdida. mi lengua obligada a ser la
llave de mi cabeza-puerta continuo ausente de fronteras y de
símbolos.
LXVI.- me duele el cuerpo de ciudad pero me mastico entero
para evitar las diásporas y volver a los florecimientos.
A Noel Alonso Ginoris ya isla, ya puerta, ya monte podría
aplicársele, dentro de su poesía, un lenguaje novedoso que, partiendo de lo
clásico y del presente, nos habla con imágenes y símbolos que parecen llevarnos, como reflexión, a la
búsqueda de la soledad, del aislamiento en soledad para encontrar, quizá, el
sueño de la luz, la esperanza de un renacido florecimiento.
LXIV.- comprobar lo extraño del
florecimiento será al final la
más
bella y triste inocencia de lo envejecido.
LXIX.- hurgando los ejes del monte descubro la nada entre las
malezas. se abrevian las arterias de lo eterno y potente sobre las cabezas un
manto cubre la escena. afuera llueve en otro idioma y la sonrisa se restaura
como la carne de perro. del monte entonces la cifra espesa de lo eterno.
LXX.- mañana será invierno de nuevo y las fatigas del país-ciudad
las primeras cáscaras rotas de la ablación. de lo transferido en el anverso de
la historia solo diré los kilómetros inmerecidos la faena sutil del cruel
emigrante que olvida su caducidad. mañana será invierno de nuevo y nadie parece
estar listo. de mis extremos brillan las permutaciones de las pústulas que deja
el olvido. tanto azar en la estación o la gramática de las mil voces vacías. mañana
como un monte que derrumba seré invierno en todas mis plantas y los nimbos
del país-ciudad serán el manto tenebroso de la espera.
Como un monte
que
derrumba me parece a mí un acto doloroso para tratar de entender,
averiguar, el mundo y un ejercicio de memoria
(esa materia de los sueños que es la memoria, para el lenguaje y para la
vida, la disidencia máxima)
Averiguar el mundo desde los conocimientos pragmáticos con un
lenguaje misterioso que, al tiempo, busca un proceso que visibilice el desafío
poético y revolucionario de todo acto creativo
Suele decir el poeta Juan
Carlos Mestre ( al que yo nombré
siempre, desde que le conocí a finales
de los años ochenta, como
“un valor en alza”. Ahora es ya Premio Nacional de
Poesía), que:
“Las estrellas para quien las trabaja” y la labor del poeta es
constituirse en memoria del ayer, dar
testimonio del ahora, ser la
voz de la conciencia humana estando, siempre, ya en la claridad,
ya en el misterio, del lenguaje, bajo las estrellas y junto a la materia de los sueños para traer “a lo visible lo invisible”:
la Poesía. Noel Alonso Ginoris sueña vivir en la patria del cuerpo, escribir desde las entrañas, situarse en el equinoccio del cambio y en el de la utopía, ser timón o ser ancla, respirar, respirar y buscar el espacio, la puerta abierta, el monte que no derrumbe. O como dice Noel en uno de sus poemas titulado “Espacios” en el que el poeta se duele de no tenerlos y termina pidiendo clemencia porque parece soñar con un nuevo florecimiento.
Yo me quedo con los versos del
poema “Espacio” (perteneciente al libro Las
causas de la humedad), que contienen
sus deseos más florecidos:” Quiero espacio/ para que florezca la raíz” (…) Quiero espacio/ en mi cuerpo / para
que nazca / lo innombrable./
Para que
ese niño que lleva en su interior hecho de fuego encuentre y se abrace, no ya la amarga
duda, sino la dulce luz de la poesía que al fin y al cabo es la luz de la vida.
Y mientras
acabo esta entrada para
incluir en mi blog y difundirla, me
entero a través de
Facebook que ha
tenido una Primera
Mención en el
Concurso Nacional Mangle Rojo de la
Habana (Cuba) con su libro Etica a
Garrotevil, supongo que
Garrotevil, supongo que
será su último libro
escrito y que al
tener esta Primera Mención habrá que
pensar que , por fin, publique en Cuba.
En fin, como decía
al principio, hay sucedáneos, seudopoetas y poetas y Noel Alonso Ginoris es uno de esos poetas de
verdad.
Manuel López Azorín
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