miércoles, 23 de junio de 2021

Juan Luis Mora: "Dominó mariposa"

 


Juan Luis Mora: Dominó mariposa


 
De Juan Luis Mora (Madrid, 1973), es poeta y cantautor. Recibí su nuevo libro Dominó mariposa (Editorial ARCESIS Zaragoza, noviembre de 2020).

Este cantautor y poeta o poeta y cantautor que es Juan Luis Mora (o mejor dicho Juanlu Mora si hablamos de cantautor o familiarmente) pertenece a una familia en la que los instrumentos musicales eran y son,  algo cotidiano, algo habitual: guitarra, violín, piano, armónica (él ya lo ha contado y no sólo él, también su hermano Rafa Mora (cantautor y poeta igualmente y muy querido por mí) Así como Nacho, que también le da a la música. En esta familia, creo haberlo dicho en otras ocasiones, la música y la poesía son, como decían los griegos, una misma cosa.


 Todo esto hace que los Mora, aprendan en casa, con su padre y junto con las enseñanzas de sus abuelos durante la infancia, les determinen a escribir y a componer música. Pero vamos con Juan Luis Mora: es autor de libros de poemas como La luz sin sombras, una recopilación de sus primeros poemas (1994-2004)

Suele decir Juanlu  que escribe poesía “desde que tiene uso de corazón.”   Nos cuenta también que  de aquellos primeros años conserva alguna colección de poemas que harían sonrojar a cualquiera y que no se deshace de ellos porque, de momento, no pretendo olvidarse de sí De modo que esa Luz sin sombras, le permite alumbrarse el camino desde el origen hasta el ahora sin perder  ni el ayer ni el hoy de si mismo.

Juanlu es informático, y no para de investigar en este sentido. Y resulta que en twitter encontró  el modo  de seguir escribiendo poesía. Fue en 2008 cuando pensó que a través de ese medio tras conocer en él un movimiento creativo y literario se adentró con la influencia de Aurelio Asiain  y Pedro Poitevin  en sus enseñanzas y juegos creativos de palíndromos  o composiciones colectivas que le abrieron otros campos donde experimentar con el lenguaje. Esto, piensa Juanlu, le hace crecer como escritor y le permite tomar contacto con Rafael Lechowski, José Manuel Díez​ (Duende Josele)​, Jorge Drexler, Alexis Díaz Pimienta



La muerte en vida, la mosca en el espejo y otros silencios (2010), su segundo, libro fue una selección de poemas breves, en el que, influenciado por la poesía japonesa, concretamente el haiku, además de algunos haikus sensitivos y mas que la observación, la contemplación  de la naturaleza en la vida, nos ofrecía digo, la reflexión sobre temáticas como el amor, la religión, la muerte, el tiempo, etc.

Llegó después Poesía elemental (publicado también en Arcesis en  2016) De este libro decía yo en su momento en mi blog que  Juan Luis Mora  se convertía, en mi opinión, en una de las voces originales  de la poesía española del momento. Juanlu, que vive y ama la música y la poesía  sabe que: Escribir poesía es // morder el aire, / construir el agua, / deshacer la tierra, / modelar el fuego. Caminar siempre junto a los cuatro elementos.


Leer su poesía es recordar la poesía de ayer como “palabra en el tiempo”, como “la sal necesaria para vivir”, como “el agua  que solo vemos como agua  y es mucho más, es vida, es poesía”. Estoy citando solo a tres poetas contemporáneos: Antonio Machado, José Hierro y Claudio Rodríguez, podría ir más atrás en el tiempo y citar a muchos más, citar a los que nos han precedido y nos han dejado su pensamiento y sus emociones a través del lenguaje, de la luz de sus palabras, pero con esto basta para ver que la luz anda por Juanlu como por el alba, amaneciendo.



Este Dominó mariposa, este nuevo libro en el que las fichas-poemas del dominó en constante correlación (fijaos que el último verso de cada poemas da título a la siguiente ficha- poema y así hasta concluir este dominó poético compuesto por cinco apartados  que se abrazan al poema-mariposa número I, del mismo modo, para detenerse ahí, ya sin continuidad, y ofrecernos durante todo el recorrido una intensa reflexión sobre la vida, el tiempo, el azar, el dolor, el amor y la muerte. Así como final en los cuatro poemas restantes nos muestra nuestra su fugacidad y su certeza.

En el breve prólogo que Juan Luis Mora incluye en este libro nos explica de manera sucinta su proceso creativo y nos acaba diciendo que el lector:  “entenderá al final cómo los versos y poemas que iban apareciendo y  en cada una de las secciones (apartados) incidían directamente en la otra sección (algo que ya os he explicado más arriba) ya que ambas partes se retroalimentaron mutuamente durante todo el proceso, en su juego escondido de azares, causas y efectos.”

 

La poesía, sin lugar a dudas, se puede pensar en crear como juego, como divertimento en su idea, su concepto, su contenido porque acercar a los críos el lenguaje poético,  hace que descubran el ritmo de las palabras, jugando con ellas al tiempo como en un juego trabajan la memoria, el vocabulario y con sencillez y brevedad aprenden con el lenguaje y potencien la creatividad. Eso es jugar pedagógicamente a hacer poesía. Pero el poeta no juega a escribir poesía. Siente la necesidad de escribirla y lo hace y por más que se disfrute (o se sufra) escribiendo, por más que se piense, si se piensa, que es un juego, terminara sintiendo que “en su juego de azares, causas y afectos” existe algo invisible, indescifrable, misterioso que muestra al lector mucho más de lo que piensa, escribe, de lo que dice, el poeta: eso es la Poesía, entre otras muchas cosas, su ánima, su misterio, su traer lo invisible a lo visible. Y aunque Juanlu investiga con la informática, cuando escribe, es su anima lo que le conduce a la escritura.

La contraportada de este libro nos dice: “Dominó mariposa es la obra poética de un ingeniero que ama la palabra, el proyecto metódico de un poeta que diseña una intuición y la construye.

Una obra que nace de un esquema limitativo para el proceso de escritura: el uso de una cárcel estructural desde la cual surja —mediante una azarosa sucesión de causas y efectos— la libertad necesaria para que pueda darse el vuelo poético.

Por eso, es también una obra experimental, orgánica, en cuyo ciclo compositivo fueron brotando ideas con que liberarse de las ataduras sistematizadas y autoimpuestas.”



Se puede ver, leer, entre otros, en el poema “Duele”: Duele / y saberse dolor / no amortigua la angustia; // como aislarse del mundo / no hace callar al río // o el milagro del hombre / no impide la tristeza // igual que este silencio circular / de la pena al lamento, // Va / y / viene // viene / y / va // de la pena al lamento // igual que este silencio circular/ no impide la tristeza // o el milagro del hombre / no hace callar al río: // como aislarse del mundo / no amortigua la angustia// y saberse dolor / duele.

Este silencio circular  que llama Juanlu, en el que nos muestra el dolor  formando un circulo que comienza y termina en el mismo punto… duele, duele por más que su estructura parezca un juego, que no lo es, o en todo caso es el juego de la vida con sus emociones, y su finitud que acaba como en principio: en el punto del misterio circular.

Quiero dejaros aquí este poema nº III de Mariposa, un poema que nace obligatoriamente de una reflexión, de una verdad incuestionable y que dice así: Este instante / lo que importa es la vida / y sentirse la risa / y también en lo bueno llorar /// Que están de paso la mirada y el tiempo. / Y todo pasa. / Tú también pasarás.



Ya dije hace tiempo que Juan Luis Mora es un poeta que, con un gran conocimiento de la poesía formal y de su métrica, parte de ella para adentrarse en nuevas aventuras tanto de forma como de ritmo (Va de lo presocrático a eso que suele llamarse vanguardia con asombrosa naturalidad y siempre  dejándonos, en cada poema, por un lado su rítmica cadencia y la sorpresa de las imágenes. Y por otro, la poesía de pensamiento,  la reflexión, la hondura del contenido.

 

                             Manuel López Azorín

 

 

 


No hay comentarios: