jueves, 21 de abril de 2022

Abel Santos: "Algo te queda "


 


Abel Santos:  Algo te queda 

 




Abel Santos (Barcelona, 1976) acaba de publicar una nueva entrega poética Algo te queda (Ediciones Vitruvio, Madrid,2022), este libro que está dedicado a su hijo, ha sido finalista del XXIV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca, (y eso ya es lo mismo que un premio)

En este libro, Algo te queda, trata el proceso de duelo de su divorcio y que no es otra cosa que la continuación de El camino de Angi, donde escribió  con lenguaje poético todo el recorrido de una relación de pareja. Recorrido donde la luz del amor  le hizo alumbrase sintiéndose amado y luego, de pronto, cayó en la inesperada oscuridad al conocer el fin de aquella relación con la separación. Cada libro de este poeta es además de una búsqueda continua de la poesía, una confesión personal.



Escribe una poesía que se entiende acerca de temas que no se entienden, como las adicciones, el abandono, o la sospecha de que existe algo más, en fin de la vida etc.

UNA ESCAPADA FAMILIAR La primera mañana del 2021/ —tan deseada y prometedora— / me dijiste que querías divorciarte.// Y teniéndolo todo como teníamos:/ amor,/ un hogar,/ trabajo,/ un hijo,/ un perro fiel,/ no sé por qué nos contentamos ahora / con cualquier otra cosa.// Yo quiero entonces un año /—también para ti, me digo—/  de segunda mano, / de aquellos que funcionaron / más o menos bien / a pesar de los golpes / que recibimos. // Y comprender de qué va esto de la vida. Y recuperar así la salud perdida

Todos sus poemarios son autobiográficos, incluso los de crítica social, pues en esos poemas vemos que están escritos desde situaciones personales.

Escribir desde el yo, permite  que el lector se identifique con sus preocupaciones existenciales, sus vivencias y con modo de vivir diferente a los cánones de lo llamado vida normal   (aparentemente)



Considerado a sí mismo como poeta maldito, más por imposición de su trayectoria vital que, lamentablemente, no ha sido una elección, Abel Santos ha tenido que soportar un alcoholismo  y una  drogadicción que, que no es habitual en el común de los mortales, sin embargo, ha sabido pelear contra todas estas rémoras que la vida le ha impuesto y, afortunadamente, ha salido de ellas  con las consiguientes heridas que deja toda batalla; pero libre de sometimientos. Ahora y desde hace ya unos diez años  a lo único que se somete es al ejercicio de escribir poesía además de amar la música y especialmente el Jazz y el blues y de referenciarse con músicos como Chet Baker, Leonard Cohen, Pink Floyd, Phill Collins, The Doors, Eric Clapton, etc.

LA MÚSICA NO SE TOCA Puedes deshacerte, /mi amor,/ de todo lo que la vida nos regale/ a corazón abierto /y a manos llenas.  Ya sabes,/ fechas, costumbres, /celebraciones, planes.../ Y lo siento./ Pero nunca podrás librarte /de mi verdadera esencia,/ de mi verdadero abrazo:/ de todas / las relaciones  de pareja /yo amo / la música,/  porque es / todo / lo contrario /de mi ausencia.

En cuanto a la poesía se refiere y para definir la suya, inventó el realismo bastardo (su trayectoria vital le llevó a ello) y es autor de libros en los que nos  ha ofrecido una poesía con ecos de poetas  como Roger Wolf, Karmelo C. Iribarren,  BukowskiCarver, Rimbaud, Whitman Benedetti,  WilliamBlake, Brossa, Luis García Montero CortázarBécquer entre otros.

Su poesía intimista, experiencial,  sincera,  se basa siempre en sus propias vivencias  reales como he dicho y escrito en otras reseñas de este autor y ha escrito una poesía urbana, desasosegante a veces, con la dureza de la sociedad que nos maneja y nos conduce y nos manipula y, también, la ternura del humano desamparado a veces, batallador en otras, crítico, con bandera de compromiso, de denuncia, de conciencia reflexiva… Y todo ello en una poesía autobiográfica, intimista en la que el sujeto poético, con versos de total libertad de expresión, utilizaba (y utiliza) el lenguaje popular (y a veces el culto) de la propia experiencia convirtiéndolo en lenguaje poético.


Es autor de libros como Esencia ((Ediciones Az90,1998), El lado opuesto al viento (Parnass, 2010), Todo descansa en la superficie (Ediciones Vitruvio, 2013),   Demasiado joven para el blues (Eirene Editorial, 2014) Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas (Chamán, 2016)Huelga decir (Boria, 2019), El camino de Angi (Poémame, 2021) un poemario diferente a los anteriores por cuanto el protagonista nos habla del amor, y su estado anímico es y se siente feliz enamorado, casado y con un hijo. Una especie de diario  emocional de una pareja feliz, con sus momentos también de pequeños encontronazos, pero con el deseo de caminar hacia un prometedor futuro con el amor, una casa, un hijo, un perro...  ¿Qué más se necesita para sentirse bien?


Pero ese futuro que se sueña cada día, a veces también se agota, se consume  y lo que parecía ser algo eterno se vuelve efímero y termina, acaba, desaparece y de repente todo se viene abajo; pero a pesar de la negrura del momento, de ese pozo de oscuridad:

 

Yo estaba / enamorado de mi futuro / cuando te empecé a escribir./  Pero no termina,/ de pasar nada, la nada /no pasa.  La nada /está justo aquí./ Y contemplo, asombrado, las ruinas/ de nuestro mundo./ Algo tengo, me digo,/ y es sólo para mí:/ me queda un pasado brillante /porque soñé /—no hace mucho— /un futuro brillante /junto a ti.

 

Abel Santos, piensa, reflexiona, se lamenta, sufre, se hunde, se levanta  acepta por imposición, como siempre le ha sucedido en su vivir , acepta digo aferrándose a este lema “Algo te queda” de lo vivido, de lo sentido, del tiempo de alegría y ese algo es un hijo y el recuerdo de un tiempo feliz y enamorado.

 ACUERDO DE SEPARACIÓN TEMPORAL 

Qué hago aquí en la soledad. // Mi asiento / en el tren nocturno de las diez /—en el que me sentaba / para ir hasta mi hogar—/ va y viene sin mí / y pregunta por nosotros.// El tren al que me subo ahora / —después de nuestro acuerdo de separación—/ puede ir hacia atrás/ pero nunca regresar al barrio / de la primera casa de alquiler/ en la que vivimos.//  Yo pienso en lo irónico de todo esto:// nos hemos dado/ un espacio de tiempo;// pero sólo encuentro vacío.


 

Y en este Algo te queda nos ofrece una reflexión sobre “el proceso de duelo de su divorcio”, El adiós al sueño que fue hermoso y por el que viene luchando el autor día tras día porque aunque el sueño termine, siempre nos queda el recuerdo en la materia de los sueños que lo mantiene vivo y este Algo te queda aun aceptando su muevo camino mantiene una reflexión constante con lo que fue, lo que podría haber sido y ya no es ese amor aunque sabe que otro amor, que es el del hijo, queda ya para siempre dentro de él.

Quiere hacer una poesía que se entienda acerca de temas que no se entienden, como las adicciones, el abandono, o la sospecha de que existe algo más, etc. El problema  que le indujo a escribir fue el de crecer sin conocer a su padre biológico, esto le condicionó y se convirtió  en un solitario creativo, que se hacía preguntas sobre la identidad o la vida


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Abel Santos  no escribe para olvidarse o evadirse, él escribe para salvarse. Este poeta  vive la realidad, la contempla, observa sus desigualdades, sus obstáculos y luego (ya lo he comentado en otras ocasiones), escribe  poesía porque ella, la poesía, le sirve como baluarte de defensa  frente a la vida. La poesía libera y a veces salva.

FOTO DE FAMILIA Estarás/ totalmente de acuerdo conmigo/  de que este año/ nos ha ido/ a todos de pena. /¿Dónde está la respiración, /el mayor placer /de nuestro cuerpo?/ Pero hoy/ ―24 de diciembre de 2020—/ aunque sea por videollamada /tiene que ser Navidad,/ porque tengo / el amor /de mi hijo.


 

Y lo hace porque lo que nos ofrece, lo que llega en su poesía, no una visión de derrota, no, lo que nos ofrece es su experiencia vital cruda y dura en unos poemas que nos muestran la tristeza, la discriminación, la pérdida, el sueño, la comprensión, la reflexión con un tono de humanismo que hace, al leer sus poemas, comprobar el bagaje que le ha dejado la vida en el pasado y el que le ofrece ahora en el presente, que no es otro que el deseo siempre de superación, de ir creciendo al tiempo de aportar en ella todo el equipaje, la maleta de golpes y de alegrías que la vida le va ofreciendo.  

A Abel Santos le  falta territorio personal y le sobra vacío existencial  por eso busca su libertad y a veces la vida, el hombre, la sociedad, se la niega o coarta. Pero el persiste en su lucha y, como él suele decir,  (ya que forma parte y es su vida)"la poesía continúa."  

Al escribir, trata de forzar, de adaptar el lenguaje  sin que éste pierda el ritmo, su verso escrito con libertad  es polimétrico. Un poema tiene que tener claro que puede ser medida o cadencia o solo cadencia y el poeta abraza la cadencia, el ritmo, la música , con o sin medida pero siempre, para que sea poesía, con ritmo y por supuesto, algo que la RAE no tiene en cuenta y que es necesario en cualquier poema: con emoción. Si en un poema podemos encontrarnos con ritmo y con emoción el lector sentirá la música del poema y la emoción de su temática y la hará suya y ya, como dijera Claudio Rodríguez : el poema, la voz, “será de todos”


En su realismo bastardo, que no realismo sucio, se puede observar su lucha continuada a través de sus libros, que siempre son confesionales, y al conocer el amor sucedió algo tan natural como ser padre y su hijo en este Algo te queda es ya  necesidad en su vida y por tanto en su poesía.

UN SALTO DE FE:  Mi hijo/ya va teniendo expresiones./ ¿Acaso podía él sospechar,/ cuando estaba en el vientre materno,/ lo que iba a encontrarse en este mundo,/ este mundo que también es un útero,/ pero de asfalto y cristal?/ Y yo me pregunto: /cuando uno muere /―ya sea por condición natural/ o por muerte consciente―,/ ¿qué es lo que hay? La vida,/ lo reconozco, me da / muchísimo más de lo que soy / capaz de comprender./ Ahora intuyo su valor:/ la auténtica belleza / es igual de invaluable que el vacío./ La verdad no es un conocimiento. / La verdad es una experiencia. / Y al morir, /hay algo que va más allá /―y es todo lo contrario―/ de la imaginación: un salto de fe / que damos, sin razón,/ hacia nuestro rostro original

Abel Santos, en mi opinión, se está convirtiendo en una voz de interés. Su poesía es cotidiana, clara y honda al tiempo, reflexiva y critica y con ternura, con vitalismo esperanzado, a veces unamuniana,  muy humana, aun siendo una poesía del yo, íntima y confesional, sirve para el nosotros y se convierte en poesía colectiva.

                                  Manuel López Azorín     


3 comentarios:

nathapha dijo...

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