Álvaro A. Perdigón Delgado: Tuve gatos
Álvaro A. Perdigón Delgado (Caracas, Venezuela, 1958) es el
autor ganador del Premio Villa de Pasaia-Altamira Puente en su edición XXI, con
el libro Tuve gatos, publicado en
la Colección Noray que dirige Félix Maraña en la editorial
Bermingham de Donostia. El jurado estuvo compuesto por Elena Román, José María Cormán y
Félix Maraña.
Tuve gatos
lleva un prólogo de Elena Román que comienza diciéndonos: “Cuando quienes
compusimos el jurado de los Premios Villa de Pasaia- Altamira Puente tuvimos
entre nuestras manos Tuve gatos,
corrimos a sentarnos junto a una ventana para ir comprobando a vista de paloma
posando para la niebla, que cuanto sucedía en estas páginas sucedía asimismo en
nosotros.”(…) “Hay sitios que vuelven en cualquier momento. Miramos hacia el
infinito traspasando todo lo que se ponga en medio y recordamos de repente una
calle, un sonido, un olor… o todo a la vez. No reconocemos inmediatamente dónde
estaba ese sitio, cuándo estuvimos ahí, a quien perdimos. Bien, pues eso es un
gato. Que, al final, ladra.”
Os dejo
dos poemas significativos, uno, el que abre este libro:
Gatos-vida-poesía-perro:
palabras como puñales en la arena del silencio, palabras como caricias de la
paz más simple, palabras de animales poéticos aves, libélulas, peces, elefantes…
latidos de surrealismo escrito, poemas de amor de ternura y maullidos, de ladridos
silábicos, de felinas y suaves cadencias, de rítmicos ladridos, poemas de amor
a la poesía que nos vive.
Tuve que
aprender de ellos
ese gris
lluvia lento de lo amado que se fue;
la
redondez sueño frágil
de la
soledad de las estatuas de las caricias;
la paloma
presa en los dientes del aire
del perfume
columpio solo
que deja
la tristeza al pasar.
Los gatos
lo son todo en la física del silencio:
el crecimiento
cuchillo de la sombra;
Tuve gatos, luego fueron sangre.
Ahora son
mí mismo.
La
apertura del rosal en sus vocales mudas;
la dignidad
del equilibrio;
el feroz
celo que me salvó de los hombres
con ese
empuje del alma hacia los ojos
igual al
volumen del llantodeshojado.
Tantos
gatos tuve
que tuve
que vivir.
El otro poema,
el que lo cierra, se titula “Perro”
Los poemas
son fieles para siempre
a aquellos
que los sacan de las calles de un libro.
Te esperan
en la puerta
a que
regreses de los fracasos del día
y se
tumban a los pies de tu alma
a soñar
sus mejores adjetivos
a salvo de
las picaduras de las tildes.
Ladran a
cualquier tristeza que se acerque
y menean
su metáfora al amor.
Dicen que
los humanos
terminamos
pareciéndonos al poema,
o, al
contrario, se hacen a nosotros
y aprenden
cada gesto de nuestra soledad.
Los hay
pequeños e inquietos
y
grandotes de melancólicos ojos;
peludos de
verso largo como pompas de jabón
y
estilizados como flechas,
aunque
todos sean potencialmente peligrosos.
Es penoso
saber
que existe
quienes los desprecian,
los
maltratan, los abandonan.
Los poemas
son fieles infinitos
y aunque
tengamos que someternos a la muerte
cruzarán,
sin dudarlo, el arco iris
lamiéndonos
las manos
para que
nos quedemos en el mundo
latiendo
en su interior.
Álvaro A. Perdigón Delgado nace en Caracas en 1958; pero
regresa, en 1962, con sus padres a Tenerife, donde reside hasta 2008 que se
traslada a Murcia. En 1979, junto a un nutrido grupo de jóvenes escritores,
forma el Movimiento Generacional de “La Joven Poesía Canaria”. Funda, además, la tertulia de “ La
Tasca Canaria”. Es considerado como miembro destacado de la llamada Generación
de los Ochenta. Es autor de una extensa obra poética y narrativa. Ha cursado
estudios de Filología Hispánica, Derecho y Comunicación.
Es
colaborador en varias revistas culturales nacionales y extranjeras, así como de
diferentes medios de comunicación. Ha elaborado guiones radiofónicos y ha sido
guionista de radionovelas. Ha participado como autor invitado en varios
Congresos, Encuentros y Ciclos Culturales en distintos puntos de la geografía
nacional. De la edición de sus obras
destacan títulos como: El lugar de las raíces (1981). Tristenue
y Pumedad (1996). Soñar de Arándanos (1997). Los
labios de esta ventana (1998). Con los pies en el otoño (Premio
Nacional de Poesía Angelines, 2000). Desnuda-mente (2000). El libro
de las plegarias (2001). Él, el escritor y él mismo (2008). Luciérnagas
(2012). Tamaños (2015). Anatoema (Primer Premio Nacional de
Poesía Pasaia–Altamira Puente (2016).
Su obra se encuentra recogida en diferentes antologías:
Manuel López Azorín
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