Antonio
P. Gaitero: Con nombre propio
Antonio P. Gaitero (Madrid, 1950) ha presentado el
pasado mes de abril su nuevo libro de poemas: Con nombre propio (Lastura
Ediciones, 2021) Un libro lírico por donde se le abra, las musas de la música y
de la poesía andan por sus páginas.
De
las musas hay muchas versiones pero dejémoslo
en que en la antigua Grecia, ya fueran hijas de Zeus, el dios del Olimpo
donde Homero sitúa a las musas o fueran
compañeras de Apolo, dios de la música y las artes o nacieran las
fuentes de la inspiración lugar en que vivían las musas en el Helicón, donde
las nombró y situó Hesiodo…
El
caso es que este poeta-músico o músico-poeta, llamado Antonio P. Gaitero nos ofrece las dos manifestaciones creativas:
las Poesía y la Música, es decir las musas de Hesiodo: Caliope y Euterpe, junto
a otras siete musas que, como he dicho, por primera vez nombró Hesiodo que las situó en el monte Helicón. Por el geógrafo e historiador Pausanias sabemos también que originalmente se adoraba a tres Musas en
el monte Helicón en Beocia: Meletea (musa de la
meditación), Mnemea, musa de la memoria y o
Aedea
musa del canto, de la voz.
El
caso es que de un mito o de otro, acompañan, como buenas hermanas, a Antonio P.
Gaitero y tan pronto compone la música abrazado a Euterpe, como escribe un
poema en brazos de Caliope. En fin que el mito de las musas le tiene entre dos
amores: la palabra y la música.
Así
cualquiera, claro; pero no contento con eso, en este Con nombre propio, como
además de creativo es generoso ha dedicado poemas a los amigos, a los poeta, a
la familia, a lugares…etc además de otros que
componen este poemario.
El libro viene también muy bien acompañado con un
prólogo de María Guivernau en el que nos dice que: “Antonio no pasa de
puntillas por la vida. Se implica, se ensucia las manos, se moja si llueve. Es
incapaz de mirar, de escuchar, de leer sin sentir, sin emocionarse. Ama lo que
hace, lo que escribe y a quien lo escribe.
En este libro y en la poesía de Antonio cabemos todas y todos, no hay
clases ni fronteras. No nos pide, nos da, nos regala sentimientos que a cualquiera nos han podido sacudir en algún
momento de nuestras vidas”
Yo
acabo de leer este libro y he disfrutado de su ritmo, no podía ser de otro modo
siendo de un poeta cantor y de la emoción con la que les escribe a esos nombres
propios y a –dice él, su referente, el
poeta Emilio Ruiz Parra, que nos acaba de dejar. Hay muchos poemas
escritos a amigos comunes, pero no es cosa de elaborar aquí una larga lista,
citaré a algunos en representación de todos: Enrique Gracia Trinidad, Alfredo
Piquer, Francisco Caro, Isabel Miguel, Cristina Cocca, Miguel Ángel Yusta,
Ángel Guinda, Antonio Capilla Lomas, Laura Gómez Recas, Juanlu Mora… y
todos los demás que son muchos, muchos y muy queridos por Antonio P. Gaitero que como nos dice en
uno de sus poemas:
Los
amigos son uno en ese lazo
indivisible
que el amor procura,
son
uno en la distancia y en la aurora
y
en ese mar azul de la palabra.
Y
como todos estos amigo también el
periodista, escritor y poeta Valentín Martin que además de tener
su poema en este Con nombre propio, se encargó de presentarle el pasado mes de
abril en la antigua, Casa de Fieras del Retiro, la Biblioteca Eugenio Trias y
allí Valentin
Martín dijo cosas como estas:
“Tener estilo
es muy difícil. Antonio Pastor Gaitero tiene
un estilo fácilmente identificable. Lo que se llama en
poesía voz propia. Se ve en este libro y en todos sus
libros
anteriores. Yo siempre he dicho que su poesía es muy
musical y su música muy poética”
(…)
“No es
casualidad que este libro se llame CON NOMBRE
PROPIO.
El nombre propio no es el suyo, sino el de todos los
demás, a los que él dedica lo mejor de sí mismo.
Antonio Pastor sigue desde que nació en el
barro,
en el pulso, en la sílaba música.
Esta bandada de nombres no está lanzada al albur. Ni
uno
de ellos está solo. Y entre nombre y nombre hay una
urdimbre tejedora de la mejor poesía que salva
unigénitos
y provoca el mismo destino: la emoción. Antonio Pastor
Gaitero es el labrador de más aire que con la saquita
llena
sobre el hombro y la cadera izquierda, va lanzando
puñados de simiente con la otra mano para que cada
grano
caiga en su sitio que es el valle y no el cerro. Todo
de
modo natural, todo de modo magistral. Porque el mejor
poeta no es el que protagoniza más estruendos sino el
que
nos hace temblar. Su paso es seguro, su memoria
poética y
musical, tan febril como inagotable. Y no hay miedo de
perderse.
También la mar está llena de miles de barcos y los
conoce.
Sabe de dónde vienen y a donde van. Incluso si el
destino
de alguno es naufragar y quedarse. Sepan ustedes que
están ante uno de los libros más emocionantes que he
leído
desde que me di al vicio. Así que hagan como yo: lean,
escuchen y disfruten del mejor hablador de la música.”
Todo esto y mucho más dijo este maestro de la palabra
llamado Valentín Martín sobre este libro Con nombre propio y sobre
su autor Antonio P Gaitero y si Valentín
lo dice, él nunca se equivoca, es porque es así, como lo dice y yo tras leerlo
suscribo sus palabras. Antonio P.
Gaitero tiene que sentirse feliz por su música, sus poemas y sus amigos,
que son muchos.
Manuel López Azorín
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