Luis Martínez de Mingo:
Cauces del Engaño (Renacimiento2022)
Se dice que el poeta que lo fue, lo será para siempre. Luis Martinez de Mingo se ha dedicado muchos años a la narrativa, el ensayo y el cuento, pero, aun con intermitencias temporales, nunca ha abandonado la poesía y de vez en vez ha seguido escribiendo sin publicar este género, el poético.
Y es que este profesor, catedrático
de Literatura con tesis doctoral sobre el romanticismo y Cernuda, comenzó
escribiendo poesía.
En los
dos últimos años se ha dedicado a
ordenar una recopilación de poemas de sus libros anteriores y junto a unos
cuantos poemas más inéditos hasta ahora, nos ofrece, con un título ya de su
primer libro su nuevo Cauces del engaño, Selección de
poemas que a mí me parecen una buena recopilación para conocer al poeta que es Luis y conocer, también, al hombre que
hay en el poeta.
Por
los años en que Martinez de Mingo publicó su poesía, poco a poco fue surgiendo una
nueva sensibilidad lírica, algunos rasgos fueron la recuperación de ciertos poetas anteriores a los novísimos
como Jaime
Gil de Biedma, (amigo entonces de Luis),
se introdujo de nuevo el gusto por la expresión de lo íntimo y de lo
individual. Cauces
del engaño (1978) fue y es el libro de un poeta,
entonces, joven y rebelde.
La poesía, en el
tiempo en que publicó Luis Martínez de Mingo su primer libro, andaba
abandonando a los novísimos y se
buscaban nuevas formulas de expresión. Convivían entonces los metapoéticos,
metafísicos, los poetas urbanos los, independientes y los que combinaban lo
culto con la tradición popular, el realismo y la poesía de lenguaje.
Aquellos poetas pretendían expresar experiencias
personales que pudiesen ser comunes a las de los lectores.. Y aquel primer Cauces
del engaño andaba dentro de estos parámetros. Su segundo libro Anacrónica y Fidel (1985) fue un poemario
que abarcó casi cinco años de poesía de Luis Martínez de Mingo, un
autor marginal en su papel de urbanita de una ciudad grande, siempre rebelde algo
tierno y muy escéptico, elaboró un poemario con resonancias culturales. Un
libro escéptico pero vitalista. En este libro definió la poesía como: un
dialogo de máscaras y muerte.
Ni sombra de lo que fui
(2013), fue, y es, un poemario donde el tiempo del autor nos lo muestra con su
experiencia vivida y sentida a cara descubierta, sin máscara alguna o si acaso,
con el antifaz del fingimiento que usaba Fernando Pessoa cuando nos dijo: Finge tan completamente / que hasta finge
que es dolor / el dolor que en verdad siente.
Esta selección de su
nuevo libro con el mismo título del primero que publicó, Cauces del engaño. forma un conjunto de experiencias vivas y por
tanto se unifican en su diversidad. En él nos encontramos un libro nuevo
dividido en cuatro apartados: El tiempo, La muerte, El amor y El viaje
Del amor y del viaje ya
nos ha hablado Pascual Izquierdo de modo
que veamos El tiempo y La muerte
En el apartado “Tiempo”
(Al igual que en los demás apartados), nos encontramos con poemas de ayer y de
ahora y este tiempo nos deja ver poemas vivos tanto de los del pasado como del presente.
Veamos unos Fragmentos
de poemas de anteayer, de ayer y de
ahora:
--- (de C del engaño
1978): El estirado lomo del miedo y el
silencio / obligaban a intentar de nuevo / la proximidad humana del calor
/aunque solo fuera el roce y el lamento.///
---(de Anacrónica y
Fidel 1985):Abatido ya el campanile de
la adolescencia / hoy los pájaros anidan en sus ramas / y levantan incesantes
el vuelo /como vahos de humo en tierra cenicienta / tras núbiles formas y
miradas caídas.
---(de Ni sombra de lo
que fui (2013): Rodando redondo entre
los astros / con las estaciones / y los elementos. /// Girando en equilibrio
inestable / sobre el abanico de los radios / de una imposible circunferencia /
como un funámbulo colgado del abismo
----(inédito): Fue un instante / la tarde caía inconsútil
/ y sus ojos entonces, / la transparencia. ///Yo soñé que se fijaba en mí./ La fugacidad es clave en la belleza.
Son poemas que, en mi
opinión, se mantienen vivos ahora mismo. Todos ellos mantienen el ritmo y la
pulsión emocinal que requiere el poema para serlo.
En el apartado “Muerte”,
quizá el más importante de los cuatro pues si Luis se preocupa siempre de la pulsión emocional en sus poemas, en
estos esa pulsión nos llega con más intensidad con poemas de verso libre
El poeta habla con su madre, en dura agonía, y aquí no caben apenas metáforas: no iban con ella ni las perífrasis ni las retóricas. / Era una mujer de tierra) lo que leemos es un dialogo descarnado donde no se evitan ni los reproches: Ni me ayudaste en la larga travesía del divorcio / ni aceptaste nunca otra mujer que la legítima. / Tampoco confiaste mucho en mí / en todo lo que escapase de tu entorno.
Un dialogo dominado por el dolor, nunca por el sentimentalismo: Me tuve pues que inventar más allá del
cerco del escorpión. / Eso es lo que ahora me permite hablarte del perímetro de
la soledad,
Así nos presenta el autor, un
diálogo crudo y abierto con la madre, en
este apartado.
Aquel Luis que fue marginal y rebelde,
heterodoxo y escéptico sigue siendo
vital y crítico, y sigue amando el amor, la literatura, la poesía y la vida.
Y dicho todo esto y
aunque lo nuestro es pasar, como
decía don Antonio Machado, en poesía, es curioso, hoy día siguen conviviendo igualmente los poetas: los de tradición clásica, los que combinan lo culto con la tradición
popular, los de crítica social, el realismo, los metafísicos, la poesía de
pensamiento, la de lenguaje, etc. Y esta
selección de poemas de sus tres libros publicados mas una veintena de poemas
inéditos que conforma este nuevo Cauces del engaño, parece un libro,
nuevo por como lo ha conformado, nace desde lo más profundo del poeta,
mostrándonos, como dije antes al hombre y al poeta.
En su poesía nos ofrece
una realidad vivida, sentida, soñada (pero como de la realidad parece ser
difícil hacer poesía) Luis la
trastoca en realidad poética. En fin para concluir diré que con sus poemas de anteayer, que es un tiempo
de muchos años sucedidos. Con lo poemas
de ayer, que son de los últimos ocho años. Y con los inéditos escritos en este
ahora, consigue en mi opinión, que no exista desajuste alguno, que los poemas
sigan vivos, que el lenguaje, la palabra sea, se convierta, como dejó escrito
Don Antonio Machado en “palabra en el tiempo”.
Manuel López Azorín
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