martes, 21 de junio de 2022

Luis Martínez de Mingo: "Cauces del Engaño" (Renacimiento2022)

 

                 Luis Martínez de Mingo:

      Cauces del Engaño (Renacimiento2022)

Se dice que el poeta que lo fue, lo será para siempre. Luis  Martinez de Mingo se ha dedicado muchos años a la narrativa, el ensayo y el cuento, pero, aun con intermitencias temporales, nunca ha abandonado la poesía y de vez en vez  ha seguido escribiendo sin publicar este género, el poético.

Y es que este profesor, catedrático de Literatura con tesis doctoral sobre el romanticismo y Cernuda, comenzó escribiendo poesía.

En los dos últimos años  se ha dedicado a ordenar una recopilación de poemas de sus libros anteriores y junto a unos cuantos poemas más inéditos hasta ahora, nos ofrece, con un título ya de su primer libro su nuevo Cauces del engaño, Selección de poemas que a mí me parecen una buena recopilación para conocer al poeta que es Luis y conocer, también, al hombre que hay en el poeta.

Por los  años en que Martinez de Mingo publicó su poesía, poco a poco fue surgiendo una nueva sensibilidad lírica, algunos rasgos fueron la recuperación   de ciertos poetas anteriores a los novísimos como Jaime Gil de Biedma, (amigo entonces de Luis), se introdujo de nuevo el gusto por la expresión de lo íntimo y de lo individual. Cauces del engaño (1978) fue y es el libro de un poeta, entonces, joven y rebelde.

La poesía, en el tiempo en que publicó Luis Martínez de Mingo su primer libro, andaba abandonando  a los novísimos y se buscaban nuevas formulas de expresión. Convivían entonces los metapoéticos, metafísicos, los poetas urbanos los, independientes y los que combinaban lo culto con la tradición popular, el realismo y la poesía  de lenguaje.

Aquellos  poetas pretendían expresar experiencias personales que pudiesen ser comunes a las de los lectores.. Y aquel primer Cauces del engaño andaba dentro de estos parámetros.  Su segundo libro Anacrónica y Fidel (1985) fue  un poemario  que abarcó casi cinco años de poesía de Luis Martínez de Mingo,  un autor marginal en su papel de urbanita de una ciudad grande, siempre rebelde algo tierno y muy escéptico, elaboró un poemario con resonancias culturales. Un libro escéptico pero vitalista. En  este libro definió la poesía como: un dialogo de máscaras y muerte. 

Ni sombra de lo que fui (2013), fue, y es, un poemario donde el tiempo del autor nos lo muestra con su experiencia vivida y sentida a cara descubierta, sin máscara alguna o si acaso, con el antifaz del fingimiento que usaba Fernando Pessoa cuando nos dijo: Finge tan completamente / que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente. 

Esta selección de su nuevo libro con el mismo título del primero que publicó, Cauces del engaño.  forma un conjunto de experiencias vivas y por tanto se unifican en su diversidad. En él nos encontramos un libro nuevo dividido en cuatro apartados: El tiempo, La muerte, El amor y El viaje

Del amor y del viaje ya nos  ha hablado Pascual Izquierdo de modo que veamos El tiempo y La muerte

En el apartado “Tiempo” (Al igual que en los demás apartados), nos encontramos con poemas de ayer y de ahora y este tiempo nos deja ver poemas vivos tanto de los  del pasado como del presente.

Veamos unos Fragmentos de poemas de anteayer, de ayer  y de ahora:

--- (de C del engaño 1978): El estirado lomo del miedo y el silencio / obligaban a intentar de nuevo / la proximidad humana del calor /aunque solo fuera el roce y el lamento.///

---(de Anacrónica y Fidel 1985):Abatido ya el campanile de la adolescencia / hoy los pájaros anidan en sus ramas / y levantan incesantes el vuelo /como vahos de humo en tierra cenicienta / tras núbiles formas y miradas caídas.

---(de Ni sombra de lo que fui (2013): Rodando redondo entre los astros / con las estaciones / y los elementos. /// Girando en equilibrio inestable / sobre el abanico de los radios / de una imposible circunferencia / como un funámbulo colgado del abismo

----(inédito): Fue un instante / la tarde caía inconsútil / y sus ojos entonces, / la transparencia. ///Yo soñé que se fijaba en mí./  La fugacidad es clave en la belleza.

Son poemas que, en mi opinión, se mantienen vivos ahora mismo. Todos ellos mantienen el ritmo y la pulsión emocinal que requiere el poema para serlo.

En el apartado “Muerte”, quizá el más importante de los cuatro pues si Luis se preocupa siempre de la pulsión emocional en sus poemas, en estos esa pulsión nos llega con más intensidad con poemas de verso libre

El poeta habla con  su madre, en dura agonía, y aquí no caben apenas metáforas: no iban con ella ni las perífrasis ni las retóricas. / Era una mujer de tierralo que leemos es un dialogo descarnado donde no se evitan ni los reproches: Ni me ayudaste en la larga travesía del divorcio / ni aceptaste nunca otra mujer que la legítima. / Tampoco confiaste mucho en mí / en todo lo que escapase de tu entorno.




Un dialogo dominado por el dolor, nunca por el sentimentalismo: Me tuve pues que  inventar más allá del cerco del escorpión. / Eso es lo que ahora me permite hablarte del perímetro de la soledad,

Así nos presenta el autor,  un diálogo crudo y abierto con la madre,  en este apartado.

Aquel Luis que fue marginal y rebelde, heterodoxo y  escéptico sigue siendo vital y crítico, y sigue amando el amor, la literatura, la poesía y la vida.

Y dicho todo esto y aunque lo nuestro es pasar, como decía don Antonio Machado, en poesía, es curioso, hoy día siguen  conviviendo igualmente los poetas: los de tradición clásica, los que combinan lo culto con la tradición popular, los de crítica social, el realismo, los metafísicos, la poesía de pensamiento, la  de lenguaje, etc. Y esta selección de poemas de sus tres libros publicados mas una veintena de poemas inéditos que conforma este nuevo Cauces del engaño, parece un libro, nuevo por como lo ha conformado, nace desde lo más profundo del poeta, mostrándonos, como dije antes al hombre y al poeta.

En su poesía nos ofrece una realidad vivida, sentida, soñada (pero como de la realidad parece ser difícil hacer poesía) Luis la trastoca en realidad poética. En fin para concluir diré que  con sus poemas de anteayer, que es un tiempo de muchos años sucedidos.  Con lo poemas de ayer, que son de los últimos ocho años. Y con los inéditos escritos en este ahora, consigue en mi opinión, que no exista desajuste alguno, que los poemas sigan vivos, que el lenguaje, la palabra sea, se convierta, como dejó escrito Don Antonio Machado en “palabra en el tiempo”.

                                   Manuel López Azorín   

 

 

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