Alberto
Ávila morales: La voz inerte
Alberto
Ávila Morales (Madrid) acaba de publicar su quinto libro
de poemas y que ha titulado La voz inerte (Visión Libros,
Madrid, 2023), libro que viene acompañado de un prólogo cuyo autor es el
periodista, narrador y poeta Valentín Martín. Para mí, que conozco bien al prologuista,
esto significa que como el prologuista es bueno, el libro también lo será
porque de lo contrario Valentín no habría escrito el
prólogo.
Y él nos cuenta que este libro
es palabra y tiempo y se desdice en el
título porque- dice- “este poemario
es un canto a la palabra desde la
importancia de la palabra. La palabra como camino, la palabra como protección
de la voz en los retratos oscuros, la palabra para exigir un dios vertical
frente a las alamedas nocturnas sin puertas que él ha conocido.”
De manera que este fotógrafo, cantautor y compositor madrileño, con cinco poemarios editados: Para Isabel. Gritos de amor contra el Alzhéimer (2011)
su primer libro. Alberto
que es, además de lo dicho, poeta, a la poesía se acercó como letrista de sus
composiciones como cantautor. Los poemas comenzó a componerlos a través
del dolor que la vida nos ofrece en determinadas ocasiones. Parece ser que fue
hacia 2006, cuando el Alzhéimer, le dejó, entonces sí, la voz inerte y le quitó el
amor y en silencio, callado, escribió palabras que eran poemas y eran para Isabel su compañera entonces, y eran gritos de amor contra el Alzheimer.
Del
Humor, al Amor, al Horror (2016), poemas con humor ,
cualidad que Ávila Morales con su
habitual ironía describe como “como esa cosa que te chorrea por los poros y
te va limpiando el cuerpo cuando practicas el ejercicio de vivir”.
Atenta mente vuestro
(2019), es el título de un cuarto libro que contiene poemas,
donde el autor, a través de sus
reflexiones , de su confesionalidad , quiere compartir con el lector desde la primera persona, el yo, al nosotros
todos, sus experiencias vitales.
Y ahora este La voz inerte (2023) que canta pespunteando -según confiesa su autor- y que el
prologuista nos lo presenta como un libro en el que: “hay pausas y afirmaciones a las que se llega escalón a escalón, como una subida al conocimiento desde la palabra, siempre la palabra. Por eso pocas veces la poesía y la vida han fraternizado tan dulce lesbianismo. Cuándo es el turno de una y cuándo es el turno de otra, no se sabe. Como no sabe el propio poeta quién es él frente al espejo. Lo único cierto es que “nunca es habitable el olvido”. Se presiente que la eternidad tiene sabor a fuego, pero este libro -tan rico en sobresaltos agradecidos- está libre de cualquier matiz de fundamentalismo”
La voz
inerte nos llega dividida en tres apartados, el primero “I, La voz inerte”, que
da título al libro y del que os dejo este poema: “El suelo de la palabra”
“Pisando encintada avenida, ¡no!,
mejor adoquines, más corto el paso,
más humilde la distancia,
trabajoso el recorrido;
así ha de ser el trayecto poético:
hollando el duro suelo de la
palabra,
animando la pisada
una huella de pensamiento y
la táctil resonancia de tu pie
que destile la esencia de tu huida.”
El segundo apartado “II Poemas de la buena muerte ” del que os dejo un fragmento, el último, del poema titulado:
“Un complot contra la muerte”
“Y engañemos a coro a la huesuda:
que nos espere en cada recodo
seria, torva y ceñuda,
empinemos el codo, no sin mesura,
que nos encuentre hoy el alba
en el lecho con la luna, llena,
limpia y desnuda.”
Y el
tercer apartado “III Y del amor un día”
que da fin al libro con el poema:“Y el
amor también”
“Despojándote así de tu presente, yo
te veo:
alto tallo, flor eterna, como la
luna en su cénit
brillando transparente.
Recogida en la penumbra de tu deseo
Deshojándote de pétalos y temores.
Cumbre de besos son tus labios.
Jinete en la llanura de tu vientre,
cabalgando hasta la altura de tu
frente
limpia y serena, miro mi reflejo en
el
espejo de tus ojos, mientras navego
por tus líquidas sendas interiores
con tu pecho como proa.
¡Qué solaz ausencia,
qué disolución de muchedumbres!
Solo el latido y tú:
Ana de
los mil días.“
Y como “nunca
es habitable el olvido”. Y es que todo permanece en la materia de los sueños ,
esa que llamamos memoria, también es cierto que el pasado fue, y el mañana no
existe. Por tanto todo es presente en este vivir nuestro de los días. Un recomendable libro.
Alberto Ávila Morales
Como cantautor participó
en el Festival de Benidorm 1980, llegando a la final y ganando el premio a la
Mejor Letra de Canción; igualmente ganador del Festival de Brunete 1982. Edita
con la discográfica Phonogram Philips un LP con el título Alberto
Morales.
Ha participado poética y
musicalmente en varios homenajes, entre ellos el Homenaje a Miguel Hernández
en su centenario con la representación de “Tres heridas” en el Ateneo de
Madrid;
En Los
Viernes de la Cacharrería.( Ateneo de Madrid). Dentro del 18.º Ciclo bajo
coordinación de Miguel Losada y en colaboración con la Red de Arte Joven de la
Comunidad de Madrid. realizó un Recital poético presentado por Carmen Sánchez Carazo, en el Salón
de Actos.
Como fotógrafo Alberto
ha publicado en diversas revistas, tanto de moda como en diferentes
sectores empresariales.
Manuel López Azorín
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