martes, 24 de enero de 2023

Apuleyo Soto:"Mi hermosa librería"

 


Apuleyo Soto: Mi hermosa librería

 


De Apuleyo Soto Pajares (Cozuelos, Segovia, 1942), he recibido , ahora en papel, su libro Mi hermosa librería (Oportet editores, Madrid, 2022), un libro (prosa y verso) en el que  narra sus recuerdos del tiempo durante  el que fue librero (librero por vocación) este maestro, ya jubilado, escritor, periodista, poeta  y, como digo, también  librero. Pero librero de verdad, por amor a los libros, a la cultura.

La  librería “Cervantes” de Segovia, fue su modelo de establecimiento vendedor de libros por el que se guió para montar su librería..

Así nos dice Apuleyo: “Cándido, el fundador de la librería “Cervantes” hace más de un siglo, recibía por las tardes allí las visitas de don Antonio Machado el bueno, que volvía de sus paseos por la alameda del Parral, y las de otros notables próceres del arte y la literatura de esos tiempos anteriores a la guerra incivil española, como por ejemplo, la docta  escritora y filósofa María Zambrano, antes de exiliarse.” (…)  “A la imagen y semejanza de la librería “Cervantes” creé yo, “Mi hermosa librería García Lorca” en Alcobendas.”


Es Apuleyo como un caballero andante en esto de narrar y de poetizar. Apuleyo es único y todo lo que hace este hombre lleva su personal sello de pasión, y creatividad.  


En su ya dilatada trayectoria nos ha ofrecido todos los géneros literarios en  prosa y /o verso, narrativa, dramaturgia, crónica, poesía…  versos de tradición popular, poemas de de estructura formal, y versos que con libertad nos muestras su particular  modo de emplear el lenguaje y de manejarlo con maestría y soltura a veces de manera ortodoxa y a veces heterodoxa.

Casi 30  libros publicados: teatro, novela, viajes, literatura infantil, poesía…

Poeta, pienso esta palabra  y me viene a la mente su nombre: Apuleyo. Y me viene acompañado del rigor y de la seriedad al mismo tiempo que del humor, la ironía, el juego… porque la poesía, aunque generalmente es más elegíaca que hímnica, no está reñida con el divertimento y en eso, este poeta que lo es por clerecía, trovadoresco, popular por juglaría o como goliardo  que es aquel del medievo que suele componer poemas báquicos, satíricos, amorosos, ya fraile amigo de gula,, ya estudiante de vida alegre y desordenada, ya "apuleyístico": poeta en rebeldía siempre y que es tremendamente singular.


En Mi hermosa librería, libro en el que Apuleyo rememora su tiempo de librero  y las muchas peripecias que vivió y sufrió antes, durante y después de montar esta su hermosa y querida librería  en Alcobendas aunque él vivía entonces en la localidad vecina de Sanse, para los que la nombramos con afecto y cariño de manera coloquial,  San Sebastián de los Reyes para los formalismos.


Ay cómo la quise yo

y cuánto que la atendí,

que era todo para mí.


En la Alcobendas naciente

la planté con entusiasmo

y año a año fue creciendo

y año a año fue menguando,

mas negándose a morír.

Disculpad que así lo cuente.

La vida es un embolado,

la vida es un trueque siempre.

Ahora que miro atrás

más que adelante…os cuento

que mi librería fue

más que un negocio un recreo.

Pero me arruinó con creces 

de débitos incumplidos

y volví a la maestría

tras treinta cursos perdidos.

Adiós, librería, adiós.

Decir adiós es dejar 

lo que uno quiso querer

y ella no pudo entregar.

De la cultura me guardo 

aquello que me impulsó

a ser guardián de mi mismo

en cualesquiera ocasión

y sufrí ese revolcón.

Y así, capitulo a capitulo (veintitrés lo componen y tres addendas o dicho más coloquialmente: tres textos añadidos o suplementos al final del libro ), este que fue, por su librería, Premio Nacional de Difusión Cultural en 1983, va narrando, memoria viva de sí mismo y de su sueño de librero, hasta su final en 1996.  Capitulos como el II que titula: "A la puta calle" o el número tres donde nos habla de una "Separación falsa" o el capítulo en el que cuenta de la casa de Sanse y la de la acebeda o en el que nos dice como creo la revista "El pájaro de papel" del la que fuimos partícipes apadrinándola en la Casa de la Juventud de Alcobendas  con el joven Pepe Ramos dirigiendo la revista. 

 Emilio Pascial, Francisco Vazquez y Apuleyo Soto

O bien el capitulo de "Las veladas nocherniegas de la SEK" segovianas  o  el capitulo que le dedica a quien llama su “distinguido cliente cervantino “y que no es otro que nuestro común amigo Emilio Pascual, sabio de Cervantes y don Quijote entre otras muchas cosas y que además es el responsable de Oportet editores y del romance de la Addenda  primera, escrito por Emilio especialmente para la boda de Apuleyo y Ana que comienza así:

‘Señoras y caballeros,

mozos y mozas granadas,

todos cuantos acudís

al perfume de la tarta!

Voy a daros una nueva…

 – nueva, recién estrenada   

y es que , gentil concurrencia,

¡Apuleyo se nos casa! (Aplausos).

 

Apuleyo Soto muestra una  sonrisa noble sincera, como de niño grande y su voz, atrayente,  te lleva al interior de su nobleza y su pasión por la literatura, que es toda incluyendo la poesía.

 La amabilidad la lleva impresa en su rostro y en su palabra,  una palabra que  además de cercana y amable es la palabra de un mago, de un ilusionista que nos hace ver lo que quiere que veamos.

Su teatralidad es también mágica y cuando la emplea, su magnetismo nos acerca, con la palabra y el gesto, a otros universos.

Sus libros de poemas son un despliegue de sabores y amores y los poemillas que escribe, con palabras sencillas, directas, a veces con rimas sorpresivas, son de canciones tradicionales, son los poemillas del juglar que lleva la música dentro de sí, las diferentes estrofas, los diferentes metros de forma pura o bien con variantes pero influenciados por estos  y la rima y la música  y la métrica popular o tradicional.


Este amante de la palabra, del verso, merece la consideración de todo
s porque  Apuleyo  es sencillez, es seriedad y entretenimiento, es rigor y teatralidad y es palabra viva. Y además es un buen  hombre, un buen amigo. Y por esta razón cada vez que recibo como regalo alguno de sus libros, me alegro mucho y lo leo con mucho interés no ya solo por amistad sino por su buen hacer poético y narrativo porque Apuleyo, además de buen poeta es un estupendo narrador, amigo de la naturaleza, andarín como Claudio Rodríguez, y cronista de las tierras segovianas,

 

Esto en cuanto a prosa y poesía;  pero también dominando la escena pues como dramaturgo hay que decir que uno de los grandes de nuestro teatro D. Antonio Buero Vallejo dijo de Apuleyo que era “Como un niño duende y poeta con barba y pipa” comparando su teatro con el de Lorca y también con el de Valle Inclán. 


Apuleyo Soto  no le es ajeno nada del arte de escribir. En poesía ni la métrica clásica ni la tradicional, ambas las maneja con soltura, con ritmo, con musicalidad y se mueve como pez en el agua por ellas, tanto en el soneto como en el romance o en cualquier otra estrofa. Domina todas. (Y cuando quiere, partiendo de estas estructuras ya clásicas, ya tradicionales, nos envía  composiciones sorprendentes en ritmo, en rima y en medidas con los que Apuleyo gusta de juguetear, de darnos una palabra renovada y sorpresiva)

 Así es Apuleyo Soto Pajares, sentimental, soñador, amable, humano y cercano, que envuelve cuando nos cuenta, cuando nos canta, cundo nos habla  de sus viajes literarios por los ríos de Segovia y las localidades  por donde pasan. Un seductor  que se ha paseado por los pueblos de la ribera del río Cega, que nos ha mostrado su naturaleza y su modo de vida a través de muchos pueblos.

Apuleyo Soto Pajares mereció además del Premio Nacional de Difusión Cultural en 1983  por su hermosa librería,  el  Premio Tierra de Segovia 2006 por su labor de cronista segoviano..

Tiene escritas muchas publicaciones y a su edad sigue siendo, como dijo nuestro (y digo nuestro porque tanto Apuleyo como yo disfrutamos en su día de su amistad) querido y admirado siempre Antonio Buero Vallejo  “Como un niño duende y poeta con barba y pipa” (esto ya lo he dicho más arriba, pero lo repito) y por esta razón  y por su gran capacidad para narrar y poetizar aquí sigue con sus ochenta años cumplidos   y es que Apuleyo Soto Pajares es único, inigualable  y querido por tantos y tantos que le conocemos. ¡Brindis por ti Apuleyo!

                    Manuel López Azorín

 


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