domingo, 23 de julio de 2023

Rafael Soler, Dos novelas de la transición: "El grito" y "El corazón del lobo".

 


Rafael Soler: Dos novelas de la transición: El grito y El corazón del lobo. 



Las novelas El grito (1979) y El corazón del lobo (1981), publicadas por Rafael Soler (Valencia 1947) en los años de la Transición, se publican juntas ahora (Ediciones Contrabando, Valencia, 2023), con un intenso y extenso prólogo de la escritora profesora e investigadora  Elvire Gómez-Vidal Bernard en el que nos dice:

“Estas dos novelas de Rafael Soler, El grito (1979) y El corazón del lobo (1982), que nacen y se enmarcan en un tiempo particular, suscitan emociones y reflexiones muy semejantes en el lector. Cautivado por las dos tramas, a la vez sencillas (aparentemente sencillas) y profundas, experimenta un proceso de identificación con las situaciones que viven los personajes. En los dos casos, se trata de una ruptura amorosa que también es cuestionamiento de un orden establecido.”



Sobre el principio de la escritura de El grito nos ha dicho Rafael Soler en una entrevista que le hizo el escritor, profesor e investigador Alejandro López Pomares en la que Rafael  nos dice: “Recuerdo una insensata mezcla de euforia y plenitud, sensaciones muy propias en quien ha peleado mucho y considera que ya ha llegado a un sitio, “El grito” cerraba una etapa de casi cinco años de tanteos, si por tales se entienden cinco novelas que se quedaron en un cajón, cada una algo mejor que la anterior, pero todas con sus puntos de fuga, sus párrafos mal hilvanados y diálogos que apuntaban maneras y poco más. Hasta que cuajé en apenas un mes “El grito”, y supe, insensato osado, que era el momento, que aquellas cien páginas funcionaban y eran lo mejor que yo podía dar como contador de historias, bien leídos Cortázar, Juan Rulfo, madre mía Juan Rulfo, Manuel Puig y Delibes, entre otros maestros.”

Rafael Soler quería ser escritor con apenas 13 años: “yo quería ser escritor, desde crío.”  

Y cuando El grito ganó la Primera Bienal de Literatura de Ámbito Literario envió un ejemplar a Miguel Delibes y éste le respondió: Amigo Soler, enhorabuena por su novela “El grito”, que tan amablemente me envió y he leído con mucha atención. Siga escribiendo así, con total libertad. Fue en el año 1980 y con las palabras y el abrazo de don Miguel Delibes en el bolsillo, por primera vez se sintió escritor.



 Con relación a su novela El corazón del lobo nos dice:  “El corazón del lobo”, también una novela corta pero con mucho más tiempo de cochura, ganaría dos años después el premio Cáceres, con un jurado presidido por don Ricardo Senabre. El novel ya no era tan novel y estaba, como diría un castizo, lanzado.”

Ambas obras son novelas de la transición porque se escribieron en esa época, época en que se desarrollas  las aventuras de los personajes de ambas novelas.

En este sentido vuelvo al prólogo de Elvire Gómez-Vidal Bernard  que nos dice: “Sabemos que “la Transición” no sólo fue un momento histórico de delicados y decisivos cambios políticos, sino que también constituyó un tiempo de evoluciones en cuanto a las costumbres y a los comportamientos, en cuanto al sexo, a la familia, a la religión, evoluciones que tuvieron repercusiones tanto en la vida cotidiana de los españoles como en la literatura y el cine, en las artes de manera general.”



Aquellas dos novelas recibieron más de una palmada en sus espaldas, propinadas, nos dice Soler,  por compañeros como José María Merino y Eduardo Mendicutti  y:  “fueron años de ilusión y desafíos, mucha lectura y el mundo por montera. Porque así debe ser: escribes para respirar, para conocerte y reconocerte, casi nada, y todo ese proceso, intenso, lleno de vacilaciones, de pequeños y grandes fracasos, culmina, si alguna vez culmina, en un texto que ya sale en busca de su lector”

Y en estas salidas de un texto en busca de lector Rafael Soler se encontró con lectores que además eran autores  de los que nos cuenta las siguientes anécdotas: Primera: “Don Manuel Andújar, regresado ya de su exilio mexicano, aceptó acompañarme en la presentación de “El grito” en la Asociación de Prensa de Madrid. (…) Antes de comenzar el acto, me comentó discretamente “Rafael, no me equivoco si le digo que esta novela suya hay mucho alcohol”, refiriéndose claro está a ciertas páginas del libro, y dándome así pie para replicar, ya ocupando nuestros asientos, “ni se lo imagina, don Manuel, fue escrita en compañía de una frasca de ginebra, que rellenaba cada noche mi esposa”. Y era verdad.”

Segunda: “A don Ricardo Senabre le gustó mucho, mucho, “El corazón del lobo”, y por propia iniciativa y de forma muy generosa escribió a Gustavo Domínguez, director de la Colección Novela Cátedra, indicándole que bien podría entrar en su catálogo mi próxima novela, de la que nada sabía, como nada sabía yo de su mediación.”

 Cierto tiempo después y teniendo acabada su novela El sueño de Torba, Cátedra le pidió incorporarla su colección de Cátedra.


Y de nuevo regreso al prólogo de Elvire Gómez-Vidal Bernard en el que nos cuenta: “A la vez se queda uno admirado por las proezas técnicas de la narrativa del autor, proezas que no desazonan al lector, pues producen de hecho una adhesión mayor al relato. La habilidad de Soler es tan sutil que, gracias a ella, dominamos con fruición los cambios de perspectiva, los retrocesos en el tiempo, el avance de las peripecias de los personajes. El entrelazamiento de múltiples voces, que podría desembocar en algarabía, viene a descansar en una rigurosa estructuración gracias a la cual el lector no se extravía en ningún momento.” y yo suscribo estas certeras palabras.



En definitiva Rafael Soler escribió dos novelas de amor, con la amenaza de perderlo, que mueven a sus protagonistas masculinos  a tratar de reconquistar de nuevo ese amor perdido. Dos novelas escritas  en un periodo temporal de muchos cambios con un lenguaje audaz y atrevido, propio también de su poesía que por aquel tiempo era obra de un solo poemario Los sitios interiores  (libro finalista del Premio Adonais, publicado por Ediciones Rialp en 1980). Poesía a la que regresó de nuevo  en la primera década del siglo XXI  con un excelente título y una poesía  singularmente propia: Maneras de volver. (Ediciones Vitruvio, 2009). El resto hasta ahora, creo haberlo reseñado en este blog con sus siguientes novelas y poemarios y si no todo , el lector puede encontrar bastante información sobre este escritor y poeta  que siempre sorprende por su magnifico modo de escribir tanto narrativa como poesía. 

                        Manuel López Azorín


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