viernes, 27 de noviembre de 2020

Julio Santiago: Chimani

 


Julio Santiago: Chimani

 


Julio  Santiago, Miajadas 1975 (Cáceres), ha publicado más de una veintena de libros, libros que ahora recoge en este volumen titulado Chimani (Cuadernos del Laberinto, 2020)Volumen que recoge casi toda la obra poética, con excepción de sus dos libros primeros y  agrega aquí unos inéditos con el título de Corona-versus.

 Entre los libros recogidos no incluye Beso en verso (1998), y lo cito yo, aunque no se encuentre en esta compilación, por añoranza, por nostalgia y por mi afecto y mi admiración a Gloria Fuertes

Supongo que por ser un libro inicial lo ha dejado fuera; pero yo, que estuve con Gloria mientras escribía el prólogo, recuerdo el cariño que le puso a las palabras que dedicó a este enfermero que toca el alma (con risa a veces, con ternura otras, reflexivo y hondo decir en muchas ocasiones, su libertad expresiva, su juego amoroso etc. etc.)  pero lo que quizá Julio no sepa es que el primer libro siempre tiene algo que marca la línea del futuro y este no es una excepción. Y hoy, cuando cuelgo en el blog esta reseña, que precisamente se cumplen 22 años de su fallecimiento esta gran poeta merece estar aquí.

Gloria terminó su prólogo diciendo: “Yo os presento a Julio Santiago porque escribe con el corazón. Si esta verde, ya madurará./ Si rima con verbos ya corregirá. De lo que no quiero que se corrija es de amar como ama, a tumba abierta, a corazón en bolígrafo. Os lo presento porque es un poeta  que da esperanza, y aplaudo estos poemas y más aplaudiremos los que aún no ha escrito” Gloria no se equivocó. Por eso pienso que este libro inicial debería estar incluido en esta compilación. A veces, con el tiempo, pensamos que nuestros primeros versos no son los que nos muestran el camino; pero, en ellos, muchas veces está ya el germen de lo que será la obra posterior.

Así podemos ver  en este poema de Beso en 

verso que sí hay ya en este primerizo libro 

parte de lo que será luego con el tiempo su 

poesía: TE HABITO MUY DENTRO

Cada vez que ríes / río en tus labios. / Cada vez que lloras / en tus ojos lloro./  Cada vez que abrazas / abrazo en tus brazos./  Cada vez que por pasión danzas / en tus piernas danzo./ Cada vez que amas / te habito y amo.

Aplaudiremos lo que aún no ha escrito, decía Gloria Fuertes hace 22 años. Julio ha escrito ya 22 libros, libros como Risa bajo el ombligo (2000), Neruda desnuda (2003), De canela y  verso (2006), Azul y azul (2009), Poesía depilada I y II (2009 y 2011)  Mis amantes por partes (2010),  UloAgo (2011),  Irotismos (2011), Rojo y Eva (2012), Wersículos. Poemas para el wc (2013). Tratados (2014). Tales  retales (2016). Per-versiones (2018)

Algunos  de estos libros están reseñados en este blog, y quiero citar también el libro que publicó Julio  con inéditos de Gloria Fuertes  titulado Derecho de pasión. (2008)



Antonio J. Antequera, que ha prologado Chimani, nos dice “La obra de Julio —tanto poesía como pintura, o cualquier otro medio que emplee para expresarse—trasluce ímpetu, pero a la vez reflexión; un sentimiento salvaje, pero a la vez acogedor; una naturaleza visceral —pues nace de las entrañas— pero a la vez tan cálida como un beso; una invitación al juego y a la transgresión, pero también a la toma de posición y al compromiso —¿acaso no hay hoy nada más transgresor que comprometerse?—. Porque estamos ante un artista auténtico, un genuino chimani, haciendo uso del feliz término miajadeño para aludir a un alma libre, voluptuosa, juguetona y valiente, a salvo de cadenas externas o autoimpuestas.

Y estoy de acuerdo con el prologuista, Julio Santiago es un “Ulo-Ago”, un ser  libre y noble que no deja a nadie indiferente.

Algunos  fragmentos de las reseñas que he venido haciendo sobre los libros de Julio Santiago:


De Poesía depilada I dije:   es una revolución que nos lleve hasta el placer estético, ético, físico, mental, de vivir una vida que nos haga crecer sin falsos antifaces, sin máscaras (Sólo se admiten los fingimientos de Fernando Pessoa) sin caretas que nos aten a normas que no sirven, ataduras que no sirven, usos que no sirven, costumbres educacionales que condicionan y no sirven...

De Azul y azul: es un libro en el que, Julio Santiago, ha mezclado, mejor, fundido, dos procesos creativos con la pintura y la palabra. 


De mis amantes por partes
:  Habría que dar las gracias a Julio Santiago por todo esto pero ahora toca hablar de este libro que ha prologado, de manera entusiasta y agradecida, la editora Alicia Arés. En él nos habla de la belleza y cita a Euclides, nos habla de la poesía y cita a Bécquer, nos dice que Poesía y Belleza son una misma cosa y del autor de Mis amantes por partes dice que: Hoy, Julio Santiago –lúcidamente embriagado por lo hermoso –trae hasta nosotros un tesoro de tinta y pincel: poesía dibujada, dibujos hechos versos que desvelan cómo el cuerpo humano en el fluir con otro cuerpo puede precipitarnos a la belleza, crearla y percibirla: nuestras manos al tocar la piel fría de una manzana, los ojos que buscan con emoción al ser amado, esa pluma que cosquillea, el indicio de una sensación…


En Poesía depilada II : al igual que dije en Poesía depilada I, me ha parecido un estupendo ejercicio de síntesis, de esencialidad, de amor y de humor y, sobre todo una demostración de voz personal no al uso, no a la moda, no a la corriente de turno, no a nada y sólo dependiendo del sentir especial, y elemental de la idea de poesía ahorrativa, concisa, precisa, justa, sin tapujos, amorosa, erótica y humorística, pragmática y soñadora, sincera y con doble sentido, audaz y conservadora en su fondo, revolucionaria y con forma, una forma que forma (valga la redundancia) una poesía de hilo, vertical, que dice mucho con lo mínimo.

En Irotismos:  Julio Santiago, continúa con su estilo singular de esencial adelgazamiento del verso y, en esta ocasión, con un libro unitario en cuanto a su temática es decir: el erotismo.


Tratados:  Este es un  poemario que contiene el sello personal del autor, su modo de sentir, de vivir, de pensar tanto en su verso depilado, pleno de análisis crítico desde el humor o la ironía , como en su pintura o dibujos. En fin un heterodoxo que, conociéndole, se sabe que transgrede para crecer y ser más libre y mejor persona en este mundo en el que nos toca vivir.

En Tales Retales: Un libro como los últimos de Julio Santiago de poesía (sonrisa) vertical, con versos fálicos y vaginales puestos en pie, finos por su ironías, su sarcasmo, su gran libertad de expresión, su doble sentido y, de fondo, su honda reflexión, confesional en Ulo-Ago, y en muchos de los  verticales versos de su “poesía depilada”, una  poesía de metáfora, de aforismo y de moraleja que muchos comparten y leen con agrado y que otros  no valoran. Unos y otros  no se quedan indiferentes cuando Julio publica un nuevo libro.

Os dejo uno de sus inéditos para terminar.

Tu / duda / es / la / base / de / mi / Fe / –creo / en / ti– .

En fin un volumen este Chimani (título con el que rinde homenaje a su abuela y a su madre que le llamaban Chimani cuando Julio sacaba su vena interior con ideas, para ellas, chimaniescas) que servirá a quienes lo lean para sonreír, divertirse, contemplar, reflexionar, pensar...y aprender que la diversidad y las diferencias pertenecen al mundo y el hombre tan solo está en él de paso.

                              Manuel López Azorín


sábado, 14 de noviembre de 2020

Manuel Cortijo Rodríguez: Cuando quiera la noche

 


Manuel Cortijo Rodríguez: Cuando quiera la noche

 


Manuel Cortijo Rodríguez  (La Roda, Albacete, 1950)

acaba de publicar en octubre un nuevo libro de poemas: Cuando quiera la noche, (Luceat Ediciones, Colección Isla de Delos, Madrid, 2020) Este es su cuarto libro, los poemarios anteriores, reseñados también en este blog, son: Memoria de los Usado (2012), Los dones de la luz (2015) y Estancias (2018).

Cortijo Rodríguez reside en Getafe y desde finales de los años noventa (no recuerdo bien si 1998 o 1999), dirige la tertulia literaria “Eduardo Alonso”, de la Asociación cultural Albacete en Madrid dentro de la Casa de Castilla la Mancha.

Aunque su primer libro, como tal, lo publicara en 2012, Manuel escribe poesía  desde hace muchos años, tiene muchos premios acumulados tanto de poesía como de prosa y muchos poemas suyos se han publicado en antologías y revistas.



 

Cuando quiera la noche, comienza con un Umbral que nos dice: Deja que entre a sus anchas la primera / claridad de la noche

(…) lo que aún de ti mismo te queda por saber / para ser más tú mismo. Para concluir diciéndonos: Los ojos de la noche   no son la oscuridad.

Y en este umbral tenemos al poeta a la espera de la voz que ilumina la palabra y del sosiego del tránsito que intuye ya cercano con la última luz del tiempo de la vida.

 

Si la noche es para el sujeto poético el símbolo de la luz para la  palabra conformada en poesía, esa palabra que hace que el camino, el viaje, sea la realización, la huella, la llama de lo escrito para quedarse la ceniza de lo ardido. Así en el poema de “Mientras se hace la noche”, primera parte, de las tres que se compone este Cuando quiera la noche, nos dice:

Acabas de tener la eternidad / en un instante apenas, donde has podido ver / acaso para siempre / la luz entusiasmarse, tan cerca de la noche, hasta dejarte con la boca abierta / sin voz y sin palabras. Y es que el poeta ha escrito la, su vida: sin ahogadas metáforas, (…) por si puedo (puede) decir lo que se fue callando mi (su) vida alguna vez.

 



Pero la noche es, también, la simbología de la espera, de la llegada de la finitud y el principio del renacimiento que presupone el sujeto sin determinar cuándo porque nadie lo sabe, ya que: Aún no ha abierto la noche,/ la savia bien llorada de su tiempo / motivo que ya es para acabarse / de borrar una vida. Para un nuevo comienzo.

 

De modo que viaja, mientras espera la luz de las palabras, esas que son el rescoldo sobrante de la hoguera / de aquel tiempo anterior que ya me (le) tuvo, el hombre poeta  camina hacia la noche y nos dice: Va a su fin el ocaso y voy en él,

 

Y mientras va, toma “Conciencia  de un lugar” que es el título de la segunda parte con un subtítulo muy clarificador.( El viaje impronunciado) y que se acompaña de dos citas igualmente clarificadoras. Una de Juan Vicente Piqueras que nos dice: ”¿Quién sabe dónde va cuando se va?” y la otra de Luis Cernuda: “Allá, allá lejos; / Donde habite el olvido,”

Y por esta razón en el poema “Previo al viaje” nos canta que: Si crece en ti la idea de marcharte, (…) no pienses en llevarte ropa, algo/ de vestir que te abrigue: será inútil.

 

Si se ha cantado la vida, si ha llegado la luz con las palabras y ha quedado su huella impresa en el papel y los sentidos y el poeta está en paz con todos los que duermen / esperando tener lo prometido… Cuando quiera la noche (esa noche que abraza las dos simbologías además de esta tercera)   ha de llegar  y, sin aviso, el hombre que mantiene la esperanza, de llegar con su anhelo hasta la Luz que ilumina y vendrá como un fruto del aire.

 


Y el poeta, da un “Paso más” en la tercera y última parte de este libro porque si la noche como decía más arriba es el símbolo de la luz para la palabra, aquí  funde palabra y vida en una sola luz clarificado por dos citas Una del fraile Juan de Yepes, nuestro San Juan de la cruz: “En la noche dichosa,/ en secreto que nadie me veía / ni yo miraba cosa / sin otra luz y guía / sino la que en el corazón ardía”

Y la otra cita de mi querido Claudio Rodríguez: “Sin raíces ni vendas / viniste, herida mía, con tanta noche entera, / muy caminada, / sin poderte abrazar. Y tú me abrazas.”

 

 

Significativo ese “muy caminada” para darnos cuenta del tiempo sucedido, vivido, sentido y cantado y ya a la espera, cuando la noche quiera, “sin otra luz y guía”  que la del corazón y el alma. El poeta ha dejado su huella en las palabras y ahora espera abrazarse  a esa Luz que arde dentro de él: Así la noche puede iluminarnos (palabra y corazón en un abrazo) porque escrita ya la vida, muy caminada ya,  el poeta nos confirma que lo que realmente le importa es que: Pertenezco a la noche, ahora lo sé,/ a la noche de Juan en noche oscura , la que se va y que vuelve con  ansias en amores, inflamada, porque al fin y al cabo, la vida que escribe, la que viaja  no sabe/ a qué silencios, / a qué hondos miradores de lo oscuro.

 

De manera que el poeta y el hombre, parece ser que han llegado al tiempo de alumbrarse con la luz  en la poesía, que es el trazo de la vida. En la poesía y la vida con la herencia de lo que queda escrito y con el viaje de lo vivido, fundidas ambas, y a esperar  que el viaje, en esa noche,  le ilumine también. Pero eso será cuando la noche del alma, esa de Juan de Yepes, quiera alumbrarle.

 


Y de este modo y con un verso blanco pleno de ritmo y de emoción en todos sus poemas, excepto uno que es soneto, camina el poeta “Hacia más noche”   ofreciéndonoslo con sus encabalgamientos y  que os dejo como final.

Si la noche no fuese hacia más noche, / no tan ciega a escapar, casi intocada / como un fugaz reflejo que da en nada,/ no valdrían sus brillos como un broche // final, ni quedaría en un derroche / de toda sucesión, como salvada / de tanta oscuridad, bien apretada / al aire de una mano que le abroche.// Si la noche no fuese decidida,/ victoriosa a más noche, convencida / de encendernos a todos de igual suerte,//

Lo mirado a la luz quedara fuera / de envejecer como si pretendiera/ escapar de la cara de la muerte.

 

 

                  Manuel López  Azorín


sábado, 7 de noviembre de 2020

Alfonso Pascal Ros: "136 pulsaciones (Antología poética 1985-2020)



Alfonso Pascal Ros: 130 pulsaciones (Antología poética, 1985-2020)
Alfonso Pascal Ros (Pamplona, 1965) me envió su libro 130 pulsaciones (antología poética 1985-2020), publicado por la Editorial CELYA, dirigida por Joan Gonper que además es el autor del prólogo. Yo había leído de este autor, hace años, un libro que me gustó y que recuerdo especialmente. 

El libro era una edición de Hiperión y su título >Cuaderno de Pedro.También me cuenta Félix Maraña fundador y director de la editorial Bermingham,que él le publicó otro libro titulado Cuaderno para Miguel (Oteizas)y, según me dice Maraña, ese libro "estaba lleno de hallazgos y temblores" y "donde la figura del escultor-poeta Oteiza anda presente" En la solapa leo que en su primera antología poética titulada Primera reunión (1985-1990) recogió una selección de sus primeros cinco libros. 130 pulsaciones recoge, ahora, una muestra de los veinte de poemarios que ha publicado hasta la fecha. 

Licenciado en Historia Alfonso Pascal Ros ha escrito narrativa, infantil y poesía. Es un poeta que no se atreve a llamarse poeta porque –dice- que “respeta demasiado la poesía como para frivolizar y tontear con ella.”Lo que quiere decir es que él es solo poeta cuando escribe, mientras no lo hace va, como diría José Hierro, de un hombre como otro cualquiera. 130 pulsaciones es un reencuentro con la vida vivida, sentida, pensada, soñada, amada y desamada de una pequeña o gran parte de esos 35 años de pérdidas y de ganancias porque de todo hay en la vida.

Joan Gonper que como he dicho , inicia esta antología con su prólogo nos dice: “Con una poderosa imaginería , nostálgico, partisano, coherente, alérgico al gregarismo, reportero que contempla el futuro, Alfonso Pascal pica la curiosidad del lector pues no es tanto qué dice sino qué no dice cuando parece abrazar al lector con sus alegorías, con su lectura perversiva involucrándole a construir, desde un notorio laberinto de influencias poéticas, la mística, la atmósfera que se respira en el hilo argumental de las publicaciones aquí contenidas.” 
 Y como buen historiador al que la historia , en este caso poética, le gusta, vemos en ese laberinto de influencias a Bécquer, Oteiza, Unamuno, Cernuda, a César Vallejo, León Felipe, Blas de Otero… y la música: Tchaikovsky (entre otros) y elijo a éste para redondear el círculo.
Es decir: referentes del romanticismo tardío becqueriano, del existencialismo unamuniano, del genio con ruido y con furia de Oteiza, del 27 cernudiano elegiaco surrealista, romántico y crítico, del modernista, vanguardista y revolucionario Vallejo, del farmaceútico Leon Felipe expendedor de realidades que no quería escuchar más cuentos…del 50 social o testimonial con Blas de Otero a la cabeza, el que cuenta y canta porque “nos queda la palabra”…(muchos más en este laberinto hermoso de referencias poéticas) y Tchaikovsky, tal vez con su concierto para violin, op.35 que, un buen amigo mío, me cuenta que lo escucha cuando tiene muchos sentimientos que le gustaría expresar… (a lo mejor a Pascal le ha sucedido eso también ). 
Y con esto se cierra el círculo: del romántico tardío que renovó la poesía española con sus rimas al romántico musical que hace que su música toque los sentidos (como la poesía) y lleve a expresar con palabras la percepción interior del poeta. Y entre uno y otro múltiples referencias más, que la vida da para muchos ecos, muchas influencias, muchas, si la lectura te acompaña permanentemente.

Alfonso Pascal
me parece un poeta de hondura, romántico y escéptico, meditativo, existencialista y surrealista, con algo de mística y poco metapoético, comprometido y crítico, mordaz e irónico, firme y dubitativo, tierno y cotidiano que en las palabras preliminares de esta antología confiesa, en alusión a la portada, que ya dice mucho sin palabras, que el poeta debe acompañarse solo y para ello recuerda a Antonio Machado cuando dice: el hombre que juzga su propia obra dista mucho del que la produjo. Qué razón tenía D. Antonio y que coherencia la de Alfonso Pascal Ros, bajo mi punto de vista, naturalmente, la de dejar su obra tal cual se produjo en el instante mismo en que se hizo poesía. Recomponerla, arreglarla, revisarla y corregirla sería, como dice el autor, posiblemente mejorarla; pero también seguramente dejaría de ser aquella poesía que atrapa el instante que se vive para convertirse en otra cosa que ya no tendría para el poeta que la escribió relación con aquel instante. Por esta razón me parece un buen comienzo de esta selección el poemas que lo abre: “Todos mis versos han sido escritos de antemano” En el libro se muestra, con una poesía que recorre prácticamente todo ese laberinto de referencia al que aludía más arriba.
Este libro mira la tierra, el barrio, la infancia: “Perseguidos los niños, huyeron a las ciudades” (p. 20). “Era un joven sencillo. / Asustado siempre; casi/ un niño”. (p.23), mira la familia, la madre, su pensamiento ,su ética: “Mahatma, un verso es algo prescindible”(p.59), nos habla de los de los poetas amigos como Leopoldo de Luis: “Le torturaron tanto que al final/ acabó siendo el que buscaban” (p.58), de Eladio Cabañero (al que situa en Nueva York y no en su Tomelloso viendo pasar los trenes mientras pasa la vida): “ me dijo algo del campo,/ la vida son dos días,/ recuerdos que persigues,/ mil horas de trabajo y poco más”(p.60), su mística nace en la tierra, con una mirada a la amada y al hijo, terrenales también y se eleva:”No solo Dios no ha muerto/ jamás tan vivo como ahora” (p.70) 
 Y así Alfonso Pascal Ros nos va mostrando este camino de poemas seleccionados, recordando a Machado y su sentencia, haciendo esfuerzos electivos al tiempo que la materia de los sueños, que es la memoria, va rememorando tiempo sucedido, instantes atrapados en el poema que contempla junto a la duda de dejarlo o no. Y decide dejarlo, al fin y al cabo, aquel instante permanece gracias a él, al poema me refiero (y a la materia de los sueños) Y para reafirmarse en lo que hace, para darle un algo de presente coloca en este acto de columpiarse solo, unos poemas inéditos, cotidianos, claros como el agua que es la poesía que me decía Claudio Rodríguez. 
Uno es tierno, dulce, y no como la realidad pragmática y amarga de La Toñi: “Lo que la Toñi quería eran clientes / y mejor si se iban cuanto antes (p. 155) Otro, un disparo contra sí mismo, para salvarse de los gregarismos, de la mercadotecnia y de las concesiones: “Que no te engañes más, será por eso / que hoy sólo despachado / en cuatro antologías de tercera / que tu soberbia justifica / que todo por equívocos y envidias / de rehusar someterte a concesiones. Un libro para volver de nuevo y releer con calma. Os animo a leerlo. 

Alfonso Pascal Ros ha publicado, entre otros, los poemarios: Poeta de un tiempo imaginario (El Paisaje, 1987), De aquellos mares, estos sueños (Rialp, Adonáis, 1993), Mares bajo noches (Bilaketa, 2000), Cuaderno para Miguel [Oteizas] (Bermingham, 2008), Un hombre ha terminado de escribir (CELYA, 2010), Principio de Pascal (Gobierno de Navarra, 2013) y Cuaderno para Pedro [Un día de estos se nos va a morir Juan Gelman] (Hiperión, 2014). Premios de poesía, entre otros: Fray Francisco de Vitoria (Puerto Rico, 1986), Ciudadela (1994), Villa de Aoiz-Bilaketa (1999, Ciudad de Pamplona (2010), Premio a la Creación Literaria del Gobierno de Navarra (2012) y Premio Jaén (2014) 
                         Manuel López Azorín

lunes, 2 de noviembre de 2020

Francisco Muñoz Soler (Poesía 1978-2019)

Francisco Muñoz Soler (. Málaga, 1957) es poeta y tiene una amplia obra publicada en países como España, México, Perú, El Salvador, Estados Unidos, Venezuela, Cuba e India. Ha sido traducido al inglés, italiano, árabe, alemán, rumano, assamese y bengalí. Ha publicado una veintena de libros de poesía y participado en antologías colectivas y también ha publicado poemas en más de un centenar de revistas literarias, entre impresas y digitales y presentado su obra poética en numerosos países de Europa, América, Asia y África. Y sin embargo yo hablo de él y de su poesía y muchos no parece que le conozcan demasiado. Es decir no es un poeta que esté en eso que han dado en llamar “Canon” y esto me confirma que aunque sean todos los que están no están todo los que son. 

 De la poesía de Francisco Muñoz Soler ya he dicho en otras reseñas que es poesía de pensamiento, una poesía de materia filosófica, metafísica, inquieta, una poesía de emociones y de dudas, una poesía en la que el tiempo, su transcurrir, juega un papel importante, una poesía en fin, intimista que invita a la reflexión, centrado en el yo lírico y en ese mundo que quiere manifestar como testimonio de su existir, y en la que se advierten huellas de grandes poetas, fuentes que son necesarias para beber en ellas y luego escribir poesía, matices de inspiración en una lírica que trata de ahondar en el misterio vida a través de una incesante búsqueda de respuestas, a través de cuestiones en las que interroga, a través del paso del tiempo, a través del amor, del hombre, y de la vida.

Hay quienes la defines como una poesía de la “estética del asombro” Su yo lírico, nos muestra, con su compromiso ético, la existencia de la otredad en sus poemas de crítica social. Una poesía universal que se abraza a la sed de justicia, de paz, y que enarbola la bandera del amor. Un poeta que, a través de sus poemas, parece pensar que la poesía puede cambiar el mundo y puede hacernos mejores personas, al menos soñarlo ya es importante. Francisco Muñoz Soler es poeta de compromiso y sensibilidad. Compromiso con la dignidad y libertad de las personas, con la igualdad de derechos, con la tolerancia y el respeto. Es poeta, como necesidad vital, su forma de ser y estar en este mundo es ser poeta. Y piensa que, como dice Antonio Colinas:”La poesía es una forma de ser y estar en este mundo”, Así nos dice Muñoz Soler en este poema de su libro Elocuencia de silencios (Caligrama, 2019) publicado en edición bilingüe en castellano e ingles: ¿Qué es ser poeta y por qué serlo?/ Nunca me hice las preguntas,/ fluye del venero de mi ánima,/ forjando elección de vida / mi posicionamento en el mundo,/ manifestarme en la palabra / y en los silencios /con belleza y humanismo.
En esta última antología suya titulada 

Francisco Muñoz Soler (1978-2019) también publicado en Caligrama, 2020) nos ofrece una extensa selección de poemas de sus libros publicados además de una selección de poemas titulados Prehistoria poética 1978-1983 y 1984-1987 Qué frágiles son nuestras vidas / qué fugaces, qué absurdas,/ qué crueles, qué hermosas / mientras duran. Incluye también otra Prehistoria poética (1993-1996) Nuestra limitada inmortalidad se forjará / en actos casi siempre íntimos / que dejen huellas en otras personas / prolongando nuestra fugaz presencia. Hay que decir que Muñoz Soler ha estado apartado del mundo literario, tan solo leía y escribía, por esta razón casi todo lo escrito desde 1978 hasta 2007 se ha publicado después de esa fecha. A la poesía llegó leyendo y sus referencias han sido fundamentalmente Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda. aunque luego se formó con los clásicos grecolatinos, los renacentistas, el Siglo de Oro, los poetas del romanticismo, los simbolistas franceses y la poesía contemporánea. Todos los poetas tienen ecos de otros que les han precedido. Ecos que les enriquecen, pero el poeta ´y este es el caso de Muñoz Soler, debe encontrar ,y la encontró, su propia voz, esa que identifica, su estilo y su personal modo de escribir la poesía. De este poeta he dicho en otras reseñas de los libros que de él he leído que navega por este río de la poesía con una barca lírica y estética de noble ingenuidad utópica y de asombro, y una enorme sed de buscarse a sí mismo, de caminar para sentirse vivo, de soñar y, al mismo tiempo, solidarizarse con el hombre y su existir. Un existir único, a pesar de que a veces se nos muestre como pesadilla y otras como un hermoso sueño. Me quedo con lo hermoso / (Nos dice) con la emoción / de ese acontecer de autónomas / fibras internas / que olvidadas tenía / y que sólo percibía en otros / sentirme vivo / aunque la intimidad / no pueda sustraerse / desabrida sensación / de desencanto. Muñoz Soler está: “Donde el poeta escribe y sabe lo que es ser poeta. Donde el poeta critica y denuncia la hipocresía y la mentira. Donde el poeta reivindica la igualdad y la justicia. Donde el poeta canta y recuerda lo perdido. Donde el poeta, con el pasado y el presente siente el regalo de la vida desde la contemplación y la memoria.”

En Septiembre de 2014 vio la luz, Poemas selectos- Selected Poems, un proyecto de selección y traducción al inglés, edición bilingüe inglés-español de la poesía, que abarca de 1978 a 2014, del poeta malagueño, obra a cargo de Mavi Robles-Castillo, que Muñoz Soler presentó en Nueva York y en la FIL de Guadalajara-México y que fue publicada por CreativeSpace. 

 De Francisco Muñoz Soler se ha dicho que: “Es un poeta con ansias metafísicas, a la búsqueda de su propia personalidad, centrado en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar como testimonio de su existir. En la búsqueda de la expresión está su mayor logro. En ella está su conquista, su insaciable apetito de Ser y proyectarnos sus angustias, desastres y tensiones. Se puede definir su estética como poesía del Asombro, poesía que admira, o se maravilla con los que antes se legitimaron.” Zona Cero (2013) es un libro que nace de ciertas experiencias autobiográficas del autor y se eleva al lector para salir de ese universo donde las cosas no tienen profundidad, para acercarse al espacio donde lo emocional juega un papel fundamental. Con relación a su estética y la manifiesta despreocupación formal del poeta, ésta no impide la transmisión emocional que nos llega en sus poemas, ni obvia sus conocimientos e influencias de poetas como Antonio Machado, Federico García Lorca , Quevedo y /o Benedetti, además de otros muchos referentes que le sirven al poeta malagueño como punto de salida para la elaboración de poemas en torno al amor, la soledad o el dolor… 

 En la poesía de. Muñoz Soler nos encontramos con poesía de la diversidad por estructuras y por temáticas: En cuanto a la estructura él que conoce las formas clásicas y las que tienen más libertad de metro le preocupan para conseguir el ritmo adecuado a lo que cuenta y canta. En cuanto a las temáticas, aborda cualquier temática, nunca se plantea no escribir de alguna concreta. En la antología Selección natural (Ediciones Rubeo, Barcelona. España, 2012) con prólogo de José Luis Pérez Fuillerat, preparada por el autor. Un autor de corte metafísico que, como bien dice su prologuista, va a la búsqueda de su propia personalidad, sin angustias ni resentimientos de tipo social. Es poesía personal centrada en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar como testimonio de su existir Y lo hace con un verso, muchas veces, no sujeto a formas. En esta antología se puede disfrutar de una selección de 50 poemas –que el autor, como he dicho, ha seleccionado expresamente – con unidad temática. Eso que decía Voltaire: La metafísica no es más que la novela del alma lo podemos cambiar por La poesía es la metafísica del alma.
 Restauración y La voz del pensamiento (Telaraña Ediciones, México, 2011) con un Proemio de Jacinto K’anul y palabras del poeta chileno Álvaro Inostroza Bidart. Nos dice Muñoz Soler, a modo de confesión y de poética que, desde su humilde anonimato lanza sus cantos. Nos dice también que en sus poemas, aderezados de sabores y texturas propias de la cosecha de su imaginación y entendimiento, desea germinar… La densa corporeidad de mi memoria (2008. Ediciones Estival, Venezuela, 2010 ) es –en palabras de su prologuista la poeta cubana Miladis Hernández Acosta – la necesidad de llamar las cosas por su nombre, catalizar la realidad ontológica, la desnuda situación de las sociedades modernas. Es el peso de un yo sobresaturado de los continuos viajes que se identifica con lo que vive o evoca. 

 La poesía, se dice que salva al hombre y en cierto modo así es o cuando menos lo libera. A estos libros que cito, que no son todos; pero que me parece una extensa muestra de su quehacer poético hay que sumar algunos más en esta antología que lleva su nombre por título y entre paréntesis las fechas de inicio y culminación de la selección Muñoz Soler suele decir que la poesía le sirve al hombre porque es consustancial al ser humano. 

 Y la poesía, precisamente, que es el arte de la palabra, del lenguaje, es parte de su proyecto de vida. “Ser poeta es ser un hombre como otro cualquiera con un matiz diferencial: la capacidad de percepción y conocimiento del lenguaje de quien escribe poesía con relación a los que no la escriben.
Francisco Muñoz Soler: Antología (1978-2019)La imagen poética que hace surgir el poema se presenta de diferentes maneras y puede ser realidad o ficción y a partir de ese primer verso se va conformando el poema”. Escribe sobre muy diferentes temáticas poemas que van surgiendo con determinadas estructuras que al tener una misma unidad forman parte de un todo que fluye en el poeta. Pueden ser escritos en estructuras formales o clásicas o pueden ser con libertad de metro. El poeta durante el tiempo que le toca vivir, debe de dar testimonio de ello y comprometerse con ella yendo, con su palabra, a la búsqueda de la paz y la justicia desde el amor, de modo que buscando el sentido de la existencia , este poeta hace critica, social, reflexiona sobre lo que observa, lo que percibe a su alrededor y, repito, con su palabra, marcha a la búsqueda de un mundo mejor para el ser humano. Por esta razón me reafirmo en lo dicho ya de él en otras reseñas:

Francisco Muñoz Soler –lo ha dicho él y se nota en muchos de sus poemas– es poeta de compromiso y sensibilidad. Compromiso con la dignidad y libertad de las personas, con la igualdad de derechos, con la tolerancia y el respeto. Suele decir también que es poeta, como necesidad vital y regeneradora de sí mismo, al menos hasta que la curiosidad sigua alimentando sus sueños. Aunque, como tantos otros no parezca estar en el llamado “Canon poético” merece la pena, y mucho, que lo leáis, su lectura os tocará los sentido porque su lenguaje claro, preciso, aunque es un lenguaje muy reflexivo es comprensible, cotidiano y preciso que os gustará. Muy recomendable.
                            Manuel López Azorín